Polonia: Tusk admite que no puede aprobar una ley sobre el aborto

Donald Tusk
El primer ministro polaco, Donald Tusk, que había fijado como uno de los principales elementos de su mandato aprobar una ley sobre el aborto, es decir, abortar hasta la duodécima semana de embarazo, y que ya había sufrido un primer revés ante el Parlamento, tuvo que admitir que no podrá alcanzar este objetivo.
Elegido en octubre de 2023 al frente de un gobierno de coalición que incluye partidos de izquierda, favorables al aborto, y conservadores “centristas”, que se oponen a él, Donald Tusk tuvo que afrontar los hechos: algunos miembros de partidos aliados no están dispuestos a apoyarlo en su objetivo de inscribir en la ley el asesinato de los niños por nacer.
Actualmente, Polonia solo reconoce la posibilidad del aborto en casos de violación, incesto o cuando la vida o la salud de la mujer está en peligro. El Tribunal Constitucional eliminó la posibilidad del aborto en caso de malformación del niño, para gran consternación de los abortistas, pero con el apoyo de todos los católicos convencidos del país.
El sitio Newslooks publicó las declaraciones de Donald Tusk: “No habrá una mayoría en este Parlamento a favor del aborto legal, en el sentido pleno del término, hasta las próximas elecciones. No nos hagamos ilusiones”, dijo cuando se le preguntó sobre la marcha del procedimiento parlamentario. Los miembros del Parlamento son elegidos por 4 años.
Donald Tusk afirmó haber cambiado de táctica: su gobierno está trabajando para implementar “nuevos procedimientos en la fiscalía y en los hospitales polacos” para intentar “relajar ciertas restricciones de facto”, explica Newslooks. "Esto ya está en marcha y será muy visible", añadió.
Cabe destacar, como señala Newslooks, que "la ley no criminaliza a una mujer que aborta, pero es un delito ayudar a una mujer a abortar", por ejemplo proporcionándole pastillas abortivas o ayudándola a tener un aborto de otra manera. Esto es lo que pretende despenalizar el gobierno de Tusk.
“Solo puedo prometer que, dentro del marco de la ley existente, haremos todo lo posible para que las mujeres sufran menos, para que el aborto sea lo más seguro y accesible posible (…) y para garantizar que quienes participan ayudando a una mujer no sean procesados”, declaró además el primer ministro polaco.
Evidentemente, es una muy buena noticia que la mayoría de los parlamentarios polacos no estén dispuestos a manchar su conciencia votando a favor del asesinato de los niños en el vientre de su madre: en esta mayoría queda suficiente catolicismo para comprender el horror de un crimen de este tipo contra un inocente indefenso.
Sin embargo, la evolución de la secularización es preocupante en este país de 38 millones de habitantes, de los cuales casi el 90% profesan ser católicos, con el mayor porcentaje de práctica en el continente europeo, alrededor del 50%. A pesar de este tejido católico, resultó elegido un gobierno que prometió legalizar el aborto hasta las doce semanas, aunque no pueda cumplir su promesa.
Por tanto, queda una importante labor, tanto por parte de la Iglesia como, en particular, del episcopado, para enseñar incansablemente la verdad católica y formar firmemente a los fieles para vivir su fe. Y del lado de los defensores de la vida, desarrollar argumentos para convencer a sus conciudadanos de la necesidad de defenderla desde la concepción hasta la muerte.
Fuentes: InfoCatolica/Newslooks – FSSPX.Actualités
Imagen: ID 305889104 | Donald Tusk © Vladyslav Musiienko | Dreamstime.com