Por tu Preciosa Sangre, líbranos del espíritu de la mentira y la incredulidad

Nadie está sin Jesús en el mundo.

Incluso las almas perdidas en el infierno están sufriendo menos de lo que deberían haber sufrido, debido a la ubicuidad de Su poderosa Sangre.

Sin embargo, hay algunas naciones que están tan lejos de Él, que no gozan de su conocimiento para poder salvarse. Desgraciadamente, todavía hay tierras paganas en este mundo.

Hay tribus y naciones que adoran palos y piedras, que hacen dioses de los demonios invisibles, que tiemblan ante los poderes de la naturaleza como si fueran a la vez poderosos y maliciosos, o que viven en temor perpetuo de las almas de los muertos.

Sin embargo, estas personas habitan en algunas de las regiones más hermosas de la herencia del hombre. En medio de las sublimidades silvestres de las Montañas Rocosas, en los declives orientales de los magníficos Andes, en los gloriosos desfiladeros del Himalaya, en las florecientes islas de coral del Pacífico o en esos edenes naturales esclavizados por los cálidos mares del archipiélago de la India, la vida humana se hace inhumana por los horrores de una religión falsa.

Por tu Preciosa Sangre, líbranos del espíritu de la mentira y la incredulidad, oh, Jesús.