Reino Unido: el funeral del último monarca católico

Fuente: FSSPX Actualidad

Un fiel durante la Misa de Réquiem del rey Ricardo III

De este lado del Canal de la Mancha, la organización –el término "etiqueta" sería más acertado– del funeral de la reina Isabel II ha provocado asombro en más de uno. Sin embargo, ¿quién fue el último monarca británico en tener un funeral católico, en un país donde la Reforma protestante se afianzó rápidamente después del reinado de Enrique VIII?

La respuesta parece sencilla, el último rey católico de Inglaterra fue Jacobo II, que reinó durante cinco años (1685-1688), pero tuvo que huir y murió en Francia. María Tudor, que era católica, reinó durante cinco años (1553-1558). Así que podría ser ella.

Sin embargo, esto significaría cometer un error de más de cuatro siglos... Porque fue en 2015 que un monarca inglés se benefició de un funeral católico, y esto de la manera más oficial del mundo.

El humanista renacentista Polydore Vergil testifica que, al momento de su muerte, en la batalla de Bosworth Field, el 22 de agosto de 1485, el cuerpo desnudo de Ricardo III fue montado sobre un caballo "con los brazos y piernas suspendidos a ambos lados", antes de ser enterrado sin ceremonias en un convento franciscano, cerca de Leicester.

Posteriormente, durante la clausura de los conventos religiosos decretada por Enrique VIII, se perdió el rastro de su tumba.

Después de más de cinco siglos, se encontró un cuerpo en 2012 debajo de un estacionamiento, en el área metropolitana de Leicester: la identificación de los restos demostró formalmente que se trataba de Ricardo III. Surgió entonces un nuevo problema: ¿qué lugar de sepultura se debía dar al difunto rey?

Para algunos, la catedral -anglicana desde la Reforma- de Leicester era el lugar ideal: imposible para los católicos, puesto que Ricardo III nació y murió en la fe de la Iglesia romana.

El caso llega hasta el Tribunal Superior de Inglaterra que decidió, en 2014, a favor de la catedral protestante.

A pesar de ello, el 23 de marzo de 2015, el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y primado católico de Inglaterra, celebró en la iglesia de la Santa Cruz de Leicester una misa pontifical de Réquiem por el difunto rey, de quien recordó la virtud de la piedad que habitaba en su alma junto con el ardor bélico de los hombres de su tiempo.

Este fue el último funeral de un rey de Inglaterra en su tierra según el rito católico: solo queda rezar para que en el futuro un monarca británico recupere la fe de San Eduardo y la unidad de la Iglesia.