Reino Unido: los médicos católicos se posicionan en contra de la eutanasia

Fuente: FSSPX Actualidad

El 29 de noviembre de 2024, el proyecto de ley de iniciativa parlamentaria de la diputada Kim Leadbeater fue aprobado en segunda lectura por 330 votos contra 275. Fue aprobado por la Complementary Medical Association el 18 de enero de 2025. La Asociación Católica Médica de Gran Bretaña (UK MCA) hizo un largo comentario al respecto el 17 de enero.

El 7 de abril de 2025, la UK MCA hizo una declaración como toma de postura de la asociación sobre este proyecto de ley. El texto comienza con una afirmación fundamental: "La MCA se compromete a respetar las enseñanzas morales de la Iglesia católica en lo que respecta al ámbito de la salud". Por eso se opone a este proyecto de ley sobre la eutanasia.

Y "la enseñanza moral católica sostiene que siempre es malo atentar directamente contra una vida humana inocente". Ahora bien, "el suicidio asistido constituye tal atentado y, por lo tanto, nunca puede ser tolerado". La declaración cita el derecho fundamental a la vida de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este derecho "es inherente" a nuestra pertenencia a la familia humana.

La Declaración utiliza el término "muerte asistida", ya que el proyecto de ley propone en realidad "ayuda al suicidio". Recuerda que "el suicidio fue despenalizado en 1961", y añade que "el suicidio asistido sigue siendo un delito punible con una larga pena de prisión". Esto "refleja la opinión de la sociedad" y, además, "el gobierno dedica considerables recursos a su prevención".

El texto continúa diciendo que el proyecto de ley "exige que se tomen medidas para establecer que una persona que solicita ayuda para el suicidio tiene un deseo claro, establecido e informado de poner fin a su vida. La decisión debe haber sido tomada voluntariamente, sin coacción ni presión por parte de otra persona".

Sin embargo, "abogados, jueces y médicos experimentados" afirman que "resultará difícil, si no imposible, demostrar que estas disposiciones se han respetado estrictamente". El texto hace referencia a "la experiencia de los países que han legalizado el suicidio asistido", donde los abusos son frecuentes. Esto disminuirá la confianza de los pacientes en los servicios de salud.

Concluye que "el examen de este proyecto de ley ha sido inadecuado y sesgado, lo que lo ha hecho peligrosamente imperfecto". Añade que "tanto para los cristianos como para los no cristianos, el antiguo y fundamental principio del respeto absoluto a la vida humana siempre se ha defendido oficialmente", recordando el juramento de Hipócrates: "No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco mortal, ni haré semejante sugerencia".

Una consecuencia trágica sería que "la legalización del suicidio asistido revertiría los fundamentos éticos de la medicina y otras profesiones sanitarias al obligarlas a quitar la vida a sus pacientes. La MCA no respaldará bajo ninguna circunstancia tal práctica y siempre defenderá el derecho de los profesionales de la salud a actuar de acuerdo con sus principios cristianos".

La solución va de la mano con los cuidados paliativos

"El verdadero significado ético de la asistencia para la muerte está englobado en la medicina y los cuidados paliativos", afirma la Declaración. La MCA se congratula de que "este ámbito de la atención sanitaria en el Reino Unido sea ampliamente reconocido como el mejor del mundo", pero lamenta que "los cuidados paliativos estén extremadamente mal financiados por el gobierno".

La promotora de los cuidados paliativos, Cicely Saunders, aseguró a los agonizantes que "son importantes porque siguen siendo ustedes mismos, y son importantes hasta el final de su vida. Haremos todo lo que esté en nuestra mano no solo para ayudarlos a morir en paz, sino también para que vivan hasta su fallecimiento".

Sin embargo, señala el texto, "las pruebas muestran el efecto perjudicial que la legislación sobre el suicidio asistido puede tener en la prestación de cuidados paliativos. Los hospicios han expresado serias preocupaciones sobre esta legislación y la incertidumbre que crea sobre su funcionamiento futuro".

La Declaración concluye afirmando que "aborrece y rechaza la legislación propuesta en el proyecto de ley de Kim Leadbeater y, en su lugar, pide una inversión importante en los servicios de cuidados paliativos para que sean accesibles a todos aquellos que los necesiten en el Reino Unido, las 24 horas del día".