Rusia: la Duma adopta una ley que prohíbe las transiciones de género

"Haremos todo lo posible para que el futuro pertenezca a nuestras familias, a nuestros hijos", declaró Vyacheslav Volodin el 14 de julio. El presidente de la cámara baja del Parlamento ruso (Duma) dijo estas palabras después de la aprobación unánime, por 386 votos, de una ley que prohíbe cualquier intervención médica destinada a cambiar el sexo de una persona.

Los cambios en el estado civil, las operaciones quirúrgicas y los tratamientos hormonales se volvieron disponibles en Rusia después de la caída de la URSS. Con una ley titulada "Fundamentos de la protección de la salud de los ciudadanos de la Federación Rusa", el nuevo texto prohíbe cualquier intervención médica y prescripción de medicamentos con el propósito de reasignación de género.

Sin embargo, la prohibición no se aplica a los tratamientos de malformaciones congénitas o anomalías del crecimiento, ni a las enfermedades genéticas y hormonales vinculadas a malformaciones de los órganos sexuales en los niños.

Una ley que preserva los valores familiares, contra los "pseudovalores occidentales"

El matrimonio también puede disolverse en caso de cambio de sexo por parte de uno de los cónyuges. Volodin declaró que esta ley estaba destinada a preservar los valores familiares. Según sus declaraciones, los países occidentales están tratando de "imponer pseudovalores a los rusos". Sin embargo, considera que estos intentos están "condenados al fracaso".

Volodin citó las cifras del estudio Grand View Research de 2022, que indican que la cantidad de personas transgénero en Estados Unidos alcanzaría los 1.64 millones, incluidos 340,000 adolescentes (el 1.4 % de los jóvenes estadounidenses de 13 a 17 años).

Al señalar que 25 de los 27 estados de la Unión Europea (excepto Hungría y Bulgaria) permiten la reasignación de género, calificó esa tendencia de "monstruosa", lo cual conduce, en su opinión, a la "degeneración de la nación".

Rusia adopta el punto de vista opuesto al progresismo occidental

Durante los últimos diez años, el gobierno ruso ha mantenido un discurso favorable a los llamados valores tradicionales y familiares, adoptando abiertamente la visión opuesta al discurso progresista occidental.

Hace apenas diez años, en julio de 2013, entró en vigor una ley que prohibía la "propaganda homosexual para menores en los medios y el espacio público" y otra contra la propaganda LGBT en noviembre de 2022. En junio de 2019 Putin declaró en una entrevista con el Financial Times que los valores liberales se han vuelto "obsoletos".

El presidente ruso también ha reiterado en varias ocasiones su oposición a la designación del padre y la madre como "padre 1" y "padre 2" como ocurre en varios países europeos, por ejemplo, en Francia. Así lo recordó en una entrevista de febrero de 2020 y, más recientemente, en su discurso del 30 de septiembre de 2022.

Desafortunadamente, es difícil refutar esta acusación de "pseudovalores" en lo concerniente a los LGBT, la PMA, la ideología de género, el matrimonio para todos, así como la eutanasia y el aborto. Pero en este último punto, Rusia no se ha retrasado y continúa suministrando cada año una elevada cifra de bebés abortados.