Sacro Colegio: el peso de los religiosos

A la muerte del Papa Gregorio XVI, religioso camaldulense, los cardenales que componían el Sacro Colegio, habiendo probado un poco la austeridad que había soplado en los pasillos de los palacios apostólicos durante la última parte del pontificado, se prometieron no volver a colocar a un religioso en el trono de Pedro.

Pero desde entonces, muchas cosas han pasado: la dura disciplina de los votos se redujo notablemente a raíz del Concilio Vaticano II, y los porporati ya no tuvieron miedo de elegir a un jesuita como líder en 2013, que transformaría radicalmente el Sacro Colegio en pocos años.

Actualmente –es un tema que se ha analizado en varias ocasiones en las columnas de FSSPX.Actualidad–, la asamblea cardenalicia se ha globalizado a tal grado que no está ya centrada en la Curia o en Europa, sino que también está marcada por el significativo peso que tienen los prelados pertenecientes a un instituto religioso.

En total, de los 243 príncipes de la Iglesia que integrarán el Sacro Colegio el próximo 30 de septiembre, habrá 56 religiosos, incluidos 33 electores que aún no han llegado a los fatídicos 80 años, es decir, aproximadamente uno de cada cuatro.

Los salesianos son los más numerosos con 11 cardenales, de los cuales 5 son electores, estos últimos "creados" por el Papa Francisco: Charles Maung Bo, Virgilio Do Carmo da Silva, Cristobal Lopez Romero, Daniell Sturla y Angel Fernandez Artime.

Diez porporati provienen de las filas de la gran familia franciscana: entre ellos, el patriarca latino de Jerusalén, Monseñor Pierbattista Pizzaballa y Monseñor François Xavier Bustillo, obispo de Ajaccio, uno de los dos franceses que recibirán la birreta roja el próximo septiembre.

Nueve cardenales provienen de la misma orden que el pontífice argentino, incluido Monseñor Jean-Claude Hollerich, miembro del Consejo de Cardenales y relator del Sínodo de los Obispos. Hay dos cardenales dominicos, dos agustinos, dos espiritanos y dos lazaristas.

Otros nueve institutos tienen un cardenal elector –entre ellos, el carmelita Anders Arborelius, primer cardenal escandinavo- y otras congregaciones tienen un cardenal no elector: la obra de Don Calabria, los Padres Blancos, los eudistas, los oblatos de María Inmaculada, los scalabrinianos y los mariamitas con el Patriarca de los maronitas, Monseñor Bechara Raï.

Es poco probable que los porporati de un instituto religioso formen un grupo organizado para un próximo cónclave: pero dependiendo del grado de secularización de la orden a la que pertenecen, su voto podría inclinarse hacia un candidato progresista o conservador.