Salvador: una "obispa" anglicana participa activamente en una misa

Fuente: FSSPX Actualidad

Una misa en honor del obispo Óscar Arnulfo Romero celebrada el pasado 24 de marzo generó una controversia que provocó la intervención de la nunciatura de El Salvador, que condenó la participación de una supuesta "obispa" de la Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador, así como de Neftalí Ruíz, representante de la "Iglesia católica antigua". 

El evento, celebrado en la capilla del Hospitalito La Divina Providencia, donde el arzobispo Romero fue asesinado en 1980, desencadenó un debate sobre las normas litúrgicas y las fronteras ecuménicas. La "obispa" anglicana desempeñó un papel en la ceremonia, participando en la procesión de entrada, compartiendo la homilía y colocándose en el altar durante la misa.

La misa fue celebrada por Mons. Oswaldo Estéfano Escobar Aguilar, obispo de Chalatenango, y concelebrada por varios sacerdotes. La participación de las dos personalidades no católicas empañó el ambiente tanto entre los sacerdotes como entre los fieles.

Es el tercer año consecutivo que el clero anglicano participa en esta misa, una práctica que suscita cada vez más críticas por parte de algunos fieles católicos. La Nunciatura Apostólica publicó rápidamente una declaración condenando estas irregularidades, reafirmando que el derecho litúrgico católico no autoriza tal participación en la celebración eucarística.

En su declaración oficial, la Nunciatura Apostólica recordó que, si bien se permiten las reuniones ecuménicas con cristianos no católicos, deben limitarse a la liturgia de la Palabra, a reflexiones y a oraciones comunes, como el Padre Nuestro. La inclusión de miembros no católicos en la celebración eucarística va en contra de la doctrina católica establecida.

La representación diplomática del Vaticano también se opuso a la presencia de pancartas con mensajes políticos contra la explotación minera, que habían sido colocadas sobre el altar. Según la declaración, el altar debe reservarse exclusivamente para la celebración de la Eucaristía, de acuerdo con las normas litúrgicas.

"Lo que ha ocurrido esta mañana en la capilla del Hospitalito no debería haber ocurrido, ya que está expresamente prohibido por el derecho eclesiástico", subrayó la Nunciatura. La controversia pone de relieve las persistentes tensiones en torno al legado del arzobispo Romero, que fue "canonizado" por el Papa Francisco en 2018.

Estos deslices no son sorprendentes, y lo extraordinario sería que no ocurrieran. Con la promoción de un ecumenismo desviado y desenfrenado, es absolutamente inevitable que la confusión se instale entre los fieles y hasta en las filas del clero. Por lo tanto, este tipo de escenas están destinadas a repetirse y empeorar.

Además, en Alemania, por ejemplo, se piden y se practican regularmente celebraciones conjuntas con los protestantes. La reacción de la nunciatura de El Salvador no podrá hacer nada al respecto. La respuesta debería venir de Roma con el cese de este ecumenismo destructor de la fe en las almas.

Pero parece que ese no es el camino que quieren tomar los jerarcas católicos, para desgracia de los fieles y de toda la Iglesia.