Santa Sede: un nuevo motu proprio para la reforma económica

Organigrama económico de la Santa Sede
El Papa Francisco ha firmado un nuevo documento que parece completar las reformas económicas de la Santa Sede. Concierne directamente al patrimonio de la Sede Apostólica, pero tiene un alcance muy amplio y fundamental, ya que especifica el estatuto de todos los bienes de la Santa Sede, cualesquiera que sean.
El título del motu proprio en italiano es "Il diritto nativo", que puede traducirse como "derecho originario", pero también como "derecho innato" o incluso "derecho natural".
La Iglesia, y la Santa Sede, tienen un derecho innato, "independiente del poder civil", dice el texto, para poseer y adquirir bienes temporales: esto, además, se deriva de su constitución divina como sociedad perfecta. La Sede Apostólica utiliza sus bienes "para los fines propios de la Iglesia" y, añade el Papa, "con la independencia necesaria para el cumplimiento de su misión".
Luego viene el pasaje importante: "La destinación universal de los bienes de la Santa Sede les confiere un carácter público eclesiástico". Este es el punto esencial. Y se desarrolla un poco más: "Las entidades de la Santa Sede los adquieren y utilizan, no para sí, como el propietario privado, sino, en nombre y bajo la autoridad del Romano Pontífice, para la consecución de sus fines institucionales, que son también públicos, y por tanto para el bien común y al servicio de la Iglesia universal".
Todas las entidades de la Santa Sede reciben solo la administración y la gestión, lo cual es obvio, pero a veces es necesario recordar lo obvio. Lo siguiente solo aclara el principio central: se refiere a todos los bienes, muebles, edificios, liquidez, títulos -presentes y futuros- de todas las entidades adscritas a la Santa Sede.
Las entidades reciben estos bienes, que forman parte de un patrimonio indivisible, como administradores públicos, y deben utilizarlos con prudencia, de acuerdo con las competencias y finalidades de cada uno. Se especifica in fine, que la estructura establecida por las reformas anteriores, en particular el papel del Consejo de Economía, permanece intacto.
El motu proprio permite integrar algunas estructuras
Como explica la agencia suiza cath.ch, este motu proprio, al extender el patrimonio de la Santa Sede a todas las entidades, integra ciertas estructuras hasta ahora no afectadas por su autonomía: las Universidades Pontificias de Letrán y Urbaniana, así como los tres capítulos de las basílicas romanas de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros.
Este motu proprio parece poner fin a las reformas económicas de la Santa Sede al centralizar la gestión de su patrimonio. Las entidades siguen siendo responsables de la administración de los bienes que se les encomienden, bajo la dirección y supervisión del Consejo Económico.
Incluso si es debatible la centralización y pudiera parecer excesiva, debemos admitir que el juicio que se está llevando a cabo actualmente en el Vaticano parece justificar esta política, al menos en las circunstancias actuales.
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Fuentes: Le Saint-Siège/cath.ch – FSSPX.Actualités