Se publicará un documento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús

Fuente: FSSPX Actualidad

Al finalizar la audiencia general del miércoles 5 de junio de 2024, el Papa Francisco declaró que publicará en septiembre próximo un documento sobre el Sagrado Corazón de Jesús, anunció Vatican News. "Será muy beneficioso meditar sobre los diferentes aspectos del amor del Señor que pueden iluminar el camino hacia la renovación eclesial", explicó, "y decir algo significativo a un mundo que parece desalmado".

Las celebraciones del 350 aniversario de la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque en 1673 comenzaron el 27 de diciembre de 2023 y finalizarán el 27 de junio de 2025. “Me alegra mucho preparar un documento que recoge las preciosas reflexiones de los textos magisteriales anteriores y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para proponer una vez más a toda la Iglesia este culto lleno de belleza espiritual", anunció el Soberano Pontífice.

La devoción al Sagrado Corazón surgió en la Edad Media y se difundió en el siglo XVII por San Juan Eudes y Santa Margarita María Alacoque. La solemnidad del Sagrado Corazón fue establecida por Clemente XIII en 1765 y luego extendida a la Iglesia universal por Pío IX en 1856. Se celebra el tercer viernes después de Pentecostés.

Santa Margarita María, mensajera del Corazón de Jesús

Margarita Alacoque ingresó en el convento de la Orden de la Visitación de Santa María en Paray-le-Monial en 1671. El 27 de diciembre de 1673, fiesta de San Juan Evangelista, Sor Margarita María recibió la primera visita de Jesús.

Nuestro Señor renovó con ella el episodio del Jueves Santo, cuando San Juan se recostó afectuosamente sobre el pecho de su Maestro. "Me permitió descansar por mucho tiempo en su divino pecho, donde me reveló las maravillas de su Amor y los secretos inexplicables de su Sagrado Corazón".

Primero le mostró su Corazón en un trono rodeado de llamas, más radiante que un sol, con la llaga abierta por la lanza del soldado, rodeado de espinas y coronado por la Cruz. “Mi divino Corazón”, le dijo, “está tan apasionado de amor por los hombres y por ti en particular que, no pudiendo ya contener en sí las llamas de su ardiente caridad, debe difundirlas por tu medio".

A esta primera manifestación del Corazón de Jesús seguirían muchas otras. Solo tres incluyen un mensaje de Dios al mundo. Por eso se las puede llamar las “grandes apariciones”.

La segunda tuvo lugar en 1674, en fecha indeterminada, el primer viernes de mes. Jesús se presentó a la santa "todo rebosante de gloria con sus cinco llagas brillando como cinco soles. Pero, sobre todo, su pecho parecía un horno. Él me reveló su Corazón amoroso y bondadoso, que era la fuente viva de estas llamas".

Cristo luego se quejó de la frialdad y el rechazo que los hombres tienen hacia Él como respuesta “por todo mi afán de hacerles bien”. Y suplicó a la santa: "Pero tú, al menos, dame el placer de suplir su ingratitud en cuanto puedas ser capaz de hacerlo".

Luego le pidió la comunión frecuente, especialmente los primeros viernes de mes, y el ejercicio de la Hora Santa todos los jueves, desde las once hasta las doce de la noche, uniéndose a su agonía en el Huerto de los Olivos, con el objetivo de orar, sufrir y pedir perdón por los pecados del mundo.

La tercera gran aparición tuvo lugar en junio de 1675 durante la octava de Corpus Christi. Jesús revela su Corazón a la santa: "He aquí", dijo, "este Corazón que tanto ha amado a los hombres, que no escatimó nada para mostrarles su amor; y en lugar de agradecimiento, recibo de la mayoría solo ingratitud, indiferencia y hasta desprecio en este sacramento de amor (el Santísimo Sacramento que estaba expuesto)".

Cristo pidió entonces una fiesta especial en honor a Su Corazón, incluida una “reparación de honor” para compensar todos los ultrajes que recibe en la Eucaristía.

Las promesas de Nuestro Señor Jesucristo para la comunión de los primeros viernes: 

  1. Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
  2. Estableceré la paz en sus familias.
  3. Los consolaré en todas sus aflicciones.
  4. Seré su  refugio durante la vida y sobre todo durante la muerte.
  5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
  6. Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
  7. Las almas tibias se volverán fervorosas.
  8. Las almas fervorosas ascenderán rápidamente a una gran perfección.
  9. Bendeciré todos los hogares en los que se exponga y honre una imagen de mi Corazón.
  10. Daré a los sacerdotes el don de tocar los corazones más endurecidos.
  11. Aquellos que promuevan esta devoción tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, para no ser nunca borrados.
  12. Prometo en la excesiva misericordia de Mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá a todos los que comulguen el primer viernes de nueve meses consecutivos la gracia de la penitencia final; no morirán en mi desgracia ni sin recibir los sacramentos; mi Divino Corazón será su refugio seguro en este último momento.

Las condiciones para obtener estas gracias son:

  • Comulgar los primeros viernes de nueves meses consecutivos y sin interrupción.
  • Querer honrar el Sagrado Corazón de Jesús y obtener la gracia de la penitencia final.
  • Ofrecer cada comunión como reparación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.

En una época en la que la comunión sacramental de los fieles era muy rara, la práctica de los nueve primeros viernes del mes contribuyó significativamente a la reanudación de la práctica más frecuente de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía.

Hoy, la devoción de los primeros viernes de mes, si se practica correctamente, puede dar innumerables frutos espirituales.

Con la plena inserción de esta promesa en la Bula de canonización de Santa Margarita María, fechada el 13 de mayo de 1920, el Papa Benedicto XV alentó la práctica de las comuniones reparadoras de los nueve primeros viernes del mes, en honor del Sagrado Corazón.