Sínodo: actualización de la lista de participantes

Como explicó el cardenal Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, la lista de participantes “no presenta cambios importantes” con respecto a la primera sesión. Son solo 26 cambios, explicó el cardenal, “y están relacionados principalmente con la sustitución de impedimentos ocurridos”.

Entre las incorporaciones a la lista de participantes se encuentra el nombre de Monseñor Vincenzo Zhan Silu, uno de los obispos chinos cuya excomunión fue levantada en 2018. En representación de los obispos de China continental, se unirá a Monseñor Joseph Yang Yongqiang, ya presente el año pasado.

Cuando se le preguntó sobre los motivos específicos de esta sustitución y sobre la duración de la presencia de los dos obispos chinos (los de la asamblea de octubre de 2023 abandonaron el sínodo antes de finalizar), el cardenal Grech respondió que “el Secretario de Estado nos comunicó los nombres, pero no tenemos más información sobre este tema”.

El sitio Asianews comenta: “Todo hace pensar, pues, que la elección de Monseñor Zhan Silu en lugar de Monseñor Yao Shun fue hecha por las autoridades oficiales de la comunidad católica china, controlada por las autoridades de Beijing”. Este nombramiento ilustra las palabras del Papa Francisco durante su último “magisterio aéreo”.

Al ser entrevistado durante el vuelo de regreso de su último viaje apostólico, como es habitual, una de las preguntas se refería a las relaciones entre China y el Vaticano. El Papa respondió que “estaba satisfecho con el diálogo con China. El resultado es bueno. Incluso para el nombramiento de obispos se trabaja con buena voluntad”, lo cual es una restricción mental muy jesuítica.

Y añadió: "El Secretario de Estado me explicó cómo iban las cosas y estoy contento por eso. China es un 'sueño' para mí, en el sentido de que me gustaría visitar este lugar. (…) Es un país que tiene capacidad de diálogo más allá de los diferentes sistemas de gobierno que ha conocido. Creo que China es una promesa y una esperanza para la Iglesia".

Un sueño para Francisco, una pesadilla para los fieles chinos

Junto a los habituales apologistas que aplauden este discurso, el sitio Asianews, que mantiene los pies en la tierra, recuerda quién es Monseñor Zhan Silu. "El obispo de Mindong, de 63 años, es uno de los ocho prelados ordenados ilícitamente cuya excomunión fue levantada por Francisco en 2018, al firmar el acuerdo provisional entre la Santa Sede y la República Popular de China".

El sitio web del PIME añade que “en la provincia de Fujian – una de las regiones donde históricamente la presencia católica en China es más fuerte – la aplicación del Acuerdo Provisional no ha sido fácil para la comunidad 'clandestina' local”.

Mindong es la diócesis donde, en octubre de 2020, "Monseñor Vincenzo Guo Xijin, el obispo 'clandestino' que, según la Santa Sede, debería haberse unido a Monseñor Zhan Silu como obispo auxiliar, dimitió después de solo dos años, en desacuerdo con las presiones ejercidas sobre el clero que (como él) no habían aceptado registrarse en organismos oficiales controlados por el Partido".

Así, un obispo, primero excomulgado y luego absuelto en virtud del acuerdo China-Vaticano, se apresuró, en la diócesis que le había sido confiada, a presionar al clero para que se adhiriera a la Asociación Patriótica de los Católicos de China, controlada por el Frente Unido y el Partido Comunista Chino (PCCh). Y ahora es el elegido por el PCCh para participar en el sínodo…

Una cosa es segura: el acuerdo China-Vaticano no es ni una promesa ni una esperanza para los católicos chinos, sino más bien una canga que a las autoridades chinas les gustaría ver en el cuello de todos los católicos en China.