Sínodo sobre la Sinodalidad: la síntesis del episcopado francés

Fuente: FSSPX Actualidad

La contribución de los "Embajadores"

La segunda sesión del Sínodo convocada por el Papa Francisco sobre el tema de la sinodalidad, que se celebrará el próximo mes de octubre, está en plena preparación y las síntesis nacionales comienzan a llegar a Roma.

El primer ciclo se desarrolló en tres fases: local, finalizando con una síntesis nacional; continental con una nueva síntesis, y romana, con la primera sesión celebrada del 9 al 29 de octubre. El segundo ciclo comenzó con una nueva fase local finalizada durante el mes de mayo.

Las síntesis nacionales fueron enviadas recientemente a la secretaría del Sínodo. La síntesis para Francia se puede consultar en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Francia (Cef). Incluye una síntesis de las aportaciones de las diócesis francesas y de los “embajadores del Sínodo”, elaborada por 72 jóvenes nombrados con este título.

Como la anterior, la síntesis del episcopado está repleta de citas de las aportaciones. El tema sustantivo, especificado en la carta de la secretaría del Sínodo que lanzó esta consulta, se retoma en la introducción de la CEF: "¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?"

Se agregaron dos niveles: "¿Cómo podemos promover la corresponsabilidad diferenciada en las misiones de todos los miembros del Pueblo de Dios?", y "¿Cómo articular creativamente las relaciones [entre Iglesias, grupos de Iglesias y el Obispo de Roma] para encontrar 'un equilibrio dinámico entre la dimensión de la Iglesia en su conjunto y sus raíces locales'".

La síntesis nacional

Desde la introducción, el tono estaba marcado: "En Francia, la democracia participativa cuestiona la vida en sociedad y lleva a todos a querer participar, según sus capacidades, en los debates públicos. (…) Varias contribuciones señalan la importancia de tener en cuenta este contexto para adoptar una postura realista que siga siendo significativa y creíble para nuestros contemporáneos".

Así, esta “democracia participativa” que ha legalizado la anticoncepción, el asesinato de los niños por nacer inscribiéndolo en su constitución, y que se dispone a aprobar la eutanasia y el suicidio asistido, que ha expulsado a los religiosos, saqueado los bienes de la Iglesia, alentado los pecados de ignominia, esta democracia es la que hay que tomar como “contexto” para ser “creíbles” en la predicación de Nuestro Señor…

¿Cómo vivir la coresponsabilidad diferenciada? 

Se distinguieron cuatro puntos principales. El primero tiene como objetivo lograr una “corresponsabilidad diferenciada”. La dificultad es ponerse de acuerdo sobre su significado: "¿es corresponsabilidad de decisión o corresponsabilidad de participación activa en la vida de la Iglesia?"

En sí misma no se plantea la cuestión: la Iglesia fue fundada por Cristo, quien le dio una constitución divina. La tradición reconoce propiedades de la Iglesia, elementos que están necesariamente vinculados a ella. Algunos son conocidos: una, santa, católica y apostólica o “notas” de la Iglesia.

Pero la Iglesia sigue siendo infalible, indefectible, jerárquica. Esto último significa que Cristo fundó su Iglesia provista de una autoridad, el Papa y los obispos, y nadie puede tocar los poderes que Cristo les confió sin cometer sacrilegio. Este es el motivo de la condena romana del Concilio sinodal que quiere poner en marcha la Iglesia de Alemania, que amputaría el poder episcopal.

Desarrollar la dimensión espiritual de la sinodalidad

Se propone tomar “en serio la necesidad de estimular y ofrecer formación bíblica a todos los bautizados”. Sería mucho más urgente ofrecer una formación catequética y doctrinal seria, que tanto falta entre muchos participantes, según varios obispos presentes en la primera sesión.

La necesidad de esta formación está ligada a la capacidad de escucha y de diálogo fraterno. Pero, en este caso, lo que se necesita sobre todo es la caridad y la guía de la Verdad revelada. Sin estructuración de la fe no es posible escuchar sin confusión.

Elegir la conversión misionera

"Las contribuciones mencionan unánimemente la necesidad de pensar en la organización de la Iglesia y sus actividades, pero también en la definición de sus prioridades de acción y de inversión, con miras a servir al anuncio misionero del Evangelio", explica la síntesis. – Al igual que una simple ONG común cuyos estatutos se pueden cambiar.

Sin embargo, “algunos subrayan la dificultad de movilizar a todos los miembros del Pueblo de Dios para que todos tomen conciencia del llamado a ser discípulos misioneros”. – La solución está en la restauración en la Iglesia de su tradición. No es necesario reinventar nada.

Replantear la vida de los consejos episcopales

Como especifica la síntesis, “todos los consejos episcopales descritos en las contribuciones están compuestos por miembros de diversos estados de vida e incluyen mujeres laicas o consagradas”. Que un obispo se rodee de consejeros y sepa consultar es la propia prudencia que lo exige. Pero la institucionalización de este tipo de consejos conducirá inevitablemente a la situación denunciada en Alemania.

Fomentar otros lugares de responsabilidad

Se hace mención del Consejo Pastoral Diocesano, de los Consejos Pastorales Parroquiales e incluso de los Equipos de Animación Pastoral. – No es la multiplicación de estos consejos lo que permitirá que la gracia se difunda: es la santidad de los sacerdotes. Recordemos las palabras del santo Cura de Ars: "Un sacerdote santo, un pueblo ferviente; un sacerdote piadoso, un pueblo honesto; un sacerdote honesto, un pueblo impío".

Suscitar caminos posibles de conversión

“Está surgiendo gradualmente una conciencia de la urgencia del cambio. Esto nos lleva a exigir insistentemente que finalmente decidamos cambiar los modos de gobierno y funcionamiento". Lo que todavía sorprende es esta persuasión de que se puede cambiar todo en la Iglesia, como si no hubiera sido fundada divinamente...

La síntesis de los Embajadores 

La introducción precisa que hubo "participaciones de jóvenes de otras confesiones cristianas, jóvenes no bautizados, jóvenes de otras religiones, agnósticos y ateos", todos ellos calificados, al parecer, para vislumbrar correctamente el futuro de la Iglesia.

Se encuentran las mismas ideas que en la síntesis general, pero agravadas. Por ejemplo, el llamado “a una mejor representación del pueblo de Dios (…) inspirado en la Convención Ciudadana sobre el Clima (2019) donde 150 ciudadanos fueron elegidos al azar y se les proporcionó información”. ¡Increíble!

Hagamos la pregunta: ¿Cuál fue el resultado de la Convención Ciudadana sobre el fin de la vida? He aquí uno: “El acceso a la muerte asistida debe estar abierto”. Por un lado, los números nunca han hecho la realidad; por otro lado, no es la “información” la que enseña a la doctrina católica.

Otra idea, ya vista en el Camino Sinodal alemán: "La Iglesia debería hacer un mayor uso de las ciencias sociales para abordar de manera relevante las cuestiones de bioética, que son la manzana de la discordia". – Porque es bien sabido que la revelación divina está contenida en las ciencias sociales.

Otras exigencias ya vistas en el Camino Sinodal: la homilía dada por los laicos –rechazada por Roma–, el diaconado femenino, la “gestión común” de la parroquia, la transparencia en los nombramientos…

La conclusión ya es conocida: estas falsas esperanzas mantenidas por estas consultas sinodales preparan un desastre. O se extinguirán y la decepción será mayor. O se autorizarán y la herejía se difundirá con toda su fuerza.