En Siria continúa el baño de sangre contra los cristianos
El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó la operación "Rama de Olivo". Para el nuncio apostólico en Siria, la intervención turca en el país abre una nueva etapa de la guerra, la cual es una prueba terrible para el pueblo sirio.
El objetivo del presidente Recep Erdogan es "limpiar" la región siria de Afrin de los elementos kurdos, considerados por Ankara como terroristas, con esto el presidente se defiende de las acusaciones que indican que su verdadera intención es invadir el país.
El Sínodo Católico de Alepo se rehusa a creer lo anterior. El Cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, se lamentó por el hecho de que "cada año, en el conflicto sirio, debemos abrir un nuevo capítulo", y añadió: "No podemos ver la luz al final del túnel."
La situación humanitaria en Siria es dramática, y la Santa Sede ha intentado frenarla durante varios años. Durante su encuentro histórico en La Habana, en febrero de 2016, el Papa Francisco y el patriaca Kirill, jefe de la Iglesia autocéfala rusa, llamaron a la comunidad internacional a tomar "medidas urgentes" para evitar el "desalojo de los cristianos del Oriente Próximo."
El cardenal Zenari expresó su preocupación por la idea errónea que se ha extendido por Europa de que el colapso del Estado Islámico puso fin a la guerra, sin embargo, el baño de sangre continúa.
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Fuentes: Aleteia/Vatican News - FSSPX.Actualités - 14/02/2018