Suiza: Monseñor Gmür pide el fin del celibato sacerdotal

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Felix Gmür

Monseñor Félix Gmür, obispo de Basilea y presidente de la Conferencia Episcopal de Suiza (CES), pidió la abolición del celibato para los sacerdotes, la admisión de las mujeres al sacerdocio y un cambio en la doctrina moral católica, en una entrevista en la que admite errores en la gestión de los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia suiza.

El contexto específico de esta intervención

Es necesario situar esta entrevista en el contexto de la actualidad eclesiástica suiza reciente, marcada por el agudo giro que ha tomado la crisis de los abusos en este país.

Esta puesta de relieve fue el resultado, por un lado, de un informe elaborado por la Universidad de Zúrich, publicado el 12 de septiembre de 2023, y por otro, de una carta del Padre Nicolas Betticher, párroco de una parroquia de Berna, dirigida al nuncio apostólico, para denunciar casos de abuso o encubrimiento, pero que fue hecha pública por una mano desconocida. 

Varios obispos se vieron rápidamente implicados: Monseñor Jean-Marie Lovey, obispo de Sion; Monseñor Charles Morerod, obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo; Monseñor Jean Scarcella, abad de la abadía de San Mauricio; Monseñor Markus Büchel, obispo de San Galo, y Monseñor Félix Gmür, ya nombrado. Hay que añadir al cardenal Kurt Koch, exobispo de Basilea.

El Dicasterio para los Obispos, destinatario de la carta del Padre Betticher, inició una investigación eclesiástica preliminar sobre varios obispos, que fue confiada a Monseñor Joseph Bonnemain, obispo de Coira.

La amenaza particular relacionada con los fondos eclesiásticos

En el contexto de esta crisis, pesa sobre las diócesis una amenaza específica, ligada a la estructura existente en Suiza, el sistema "dualista", aunque no haya uniformidad entre los distintos cantones: las parroquias y las diócesis están representadas, en derecho público, por "corporaciones eclesiásticas". Pero estas últimas no dependen ni del párroco, en el caso de la parroquia, ni del obispo, en el caso de la diócesis: están compuestas por laicos, salvo excepciones.

Este sistema está especialmente representado en los cantones de habla alemana. Pero, en realidad, existen tantas variaciones como cantones. Valais es una excepción porque no tiene esta estructura. Recordemos que se trata de un sistema similar al rechazado por San Pío X tras el expolio de los bienes del clero que siguió a la separación de la Iglesia y el Estado en Francia: las asociaciones religiosas.

Sin embargo, desde el inicio de esta nueva crisis, los líderes laicos de estas corporaciones eclesiásticas han amenazado con "cortar fondos" a los obispos, porque es a través de estas estructuras por donde pasa el dinero de los impuestos destinado a la Iglesia en muchos cantones. La situación es crítica para los obispos. Y Monseñor Gmür decidió mostrar sus credenciales...

Los puntos sobresalientes de la entrevista concedida por el obispo de Basilea

En una entrevista concedida al Neue Zürcher Zeitung (NZZ) el 24 de septiembre, Monseñor Félix Gmür declaró que la Iglesia lleva mucho tiempo trabajando en la cuestión de los abusos. El presidente de la Conferencia Episcopal de Suiza cree que es necesario cuestionar las condiciones actuales del ministerio.

Descentralización y nueva moral sexual

En términos generales, es necesario distribuir mejor el poder en la Iglesia, afirmó Monseñor Gmür: "Presionaré a Roma para que la Iglesia se descentralice". Es necesaria una nueva moral sexual, así como la posibilidad de establecer regulaciones a nivel regional.

Abolición del celibato eclesiástico

Aceptar la situación implica en parte cuestionar las condiciones imperantes. "El celibato significa que estoy disponible para Dios. Pero creo que la sociedad actual ya no comprende este signo", afirmó Monseñor Gmür. "Ha llegado el momento de abolir el celibato. No tengo ningún problema en considerar la posibilidad de sacerdotes casados", añadió.

Ordenación de mujeres

Según el obispo de Basilea, también debería reducirse la exclusión de las mujeres de la ordenación sacerdotal. "La subordinación de las mujeres en la Iglesia católica me resulta incomprensible. Se necesitan cambios en este ámbito", añadió.

Finalmente, afirmó que la Iglesia "aún no ha llegado al punto en el que debería estar" en cuanto a la prohibición de concubinato para los empleados. En otras palabras, la Iglesia debería aceptar situaciones irregulares entre sus empleados.

Un desastre sumado a otro desastre

Ante la situación tan difícil que vive la Iglesia en Suiza, en lugar de dirigirse hacia una verdadera y profunda conversión, para impulsar la santidad entre todo el clero, ¿qué está haciendo el presidente de la Conferencia Episcopal del país? Se contenta con una mala copia de las producciones perniciosas, incluso heréticas, producidas por el Camino Sinodal alemán.

Sus propuestas no son más que miserables ecos de los cismáticos alemanes. Esta carrera precipitada solo añadirá desastre tras desastre...