Tierra Santa: descubrimiento en la Ciudad de David

Fuente: FSSPX Actualidad

Una sección de una calle escalonada pavimentada con grandes losas de piedra, que corre hacia el sur, hacia la piscina de Siloé, fue descubierta durante las excavaciones realizadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel, durante los trabajos que exploran el trayecto desde la piscina de Siloé hasta el Monte del Templo, en el Parque Nacional de las Murallas de Jerusalén. 

Las excavaciones, realizadas desde hace muchos años, tienen como objetivo restaurar la “Ruta de Peregrinación”, se trata de peregrinaciones judías, una de las obras arqueológicas más costosas y complejas que se realizan actualmente en Tierra Santa.

Esto se debe a las obras necesarias y a las condiciones subterráneas requeridas para restaurar este camino en su totalidad. La longitud del camino desde la piscina de Siloé hasta el sur de la ciudad de David, es decir, hasta el monte del Templo, es de 600 metros. Tiene 8 metros de ancho, pero en su extremo sur se ensancha aún más y alcanza una anchura de 30 metros”, explica el sitio web City of David.

“A lo largo de este camino se encontraron monedas, pesas y una mesa de pesaje: objetos utilizados para actividades comerciales a lo largo del camino”, continúa la misma fuente.

Un canal "corre debajo de la carretera, utilizado durante la era del Segundo Templo como escondite para los judíos rebeldes que se escondían de los soldados romanos. En el canal se han identificado vasijas, lámparas de aceite, cientos de piezas de bronce que datan de la Gran Revuelta e incluso una espada que perteneció a un legionario romano".

Por último, investigaciones recientes han demostrado que esta Ruta de Peregrinación, atribuida a Herodes el Grande, constructor del Segundo Templo, fue construida más bien por los gobernadores romanos de Jerusalén. Poncio Pilato habría sido el principal constructor.

Una ruta conocida desde hace más de cien años, pero que aún revela secretos

La piscina de Siloé fue descubierta al sur de la ciudad de David a finales del siglo XIX, pero permaneció sin excavar durante muchos años. Las excavaciones comenzaron hace solo unos años y el lugar salió a la luz en poco tiempo. La piscina data del período asmoneo (140 a 37 a. C.), pero la mayor parte de su construcción se atribuye a la época de Herodes.

La piscina está conectada con el Monte del Templo por la Ruta de Peregrinación. El sitio sirvió como punto de encuentro para los peregrinos que venían a visitar el Monte del Templo durante las tres peregrinaciones anuales: Fiesta de los Tabernáculos, Pascua y Pentecostés. Las tiendas se alineaban en esta impresionante calle, aprovechando su afluencia especialmente en la época de peregrinaciones. 

El camino fue parcialmente excavado y se reveló un tipo único de escalones. Recientemente se descubrió una sección de una calle escalonada pavimentada con losas de piedra, que corre hacia el sur, hacia la piscina de Siloé, a una distancia de 550 metros al sur del Monte del Templo.

Según el profesor Ronny Reich, “durante la época del Segundo Templo, los peregrinos comenzaban el ascenso al Templo desde aquí. Este es el extremo sur del camino, donde ya se ha abierto una sección a lo largo de la cara occidental del Monte del Templo”.

Pero lo que hace que esta Ruta de Peregrinación sea interesante para los católicos es que Nuestro Salvador y Redentor la recorrió. Incluso realizó en este lugar uno de sus milagros más deslumbrantes: la curación del ciego de nacimiento que se relata en el capítulo undécimo del Evangelio de San Juan. Aquí es donde Cristo hizo un poco de barro con su saliva y polvo para ponerlo en los ojos del enfermo.

Luego le dijo que fuera a la piscina de Siloé a lavarse, y él así lo hizo y se halló sano. Esto también fue motivo de escándalo para los fariseos, porque tuvo lugar en un día de reposo, y la acción de Cristo era considerada prohibida en ese día. Debemos releer este hermoso texto y la actitud sencilla y grandiosa del ciego sanado, sus réplicas a los fariseos y su hermoso acto de fe.