Tierra Santa: los cristianos temen un baño de sangre

Fuente: FSSPX Actualidad

Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza

Tras el atentado terrorista perpetrado por los islamistas de la organización Hamás y la respuesta iniciada por el Estado de Israel, la incertidumbre y el miedo se han apoderado una vez más de los cristianos de Gaza, que bien podrían ser las principales víctimas de un nuevo conflicto sangriento. La Santa Sede y el Patriarcado Latino de Jerusalén llaman a la paz.

El ataque terrorista contra territorio israelí comenzó en la madrugada del sábado 7 de octubre de 2023, mientras los católicos de rito latino celebraban la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Miles de cohetes procedentes de Gaza y dirigidos hacia territorio israelí cayeron sobre las zonas fronterizas, así como sobre Tel Aviv y Ashkelon.

Pero eso no es todo: las incursiones terrestres y aéreas con parapentes motorizados llevadas a cabo por milicianos de la organización islamista sunita Hamás alcanzaron los asentamientos israelíes más cercanos a la Franja de Gaza: varios centenares de civiles fueron masacrados sistemáticamente y decenas más fueron tomados como rehenes.

Una operación terrorista denominada "Inundación de Al Aqsa" que rápidamente desembocó en la respuesta israelí llamada "Espada de Hierro", provocando gran angustia e incertidumbre en los católicos palestinos que decidieron permanecer en el enclave de Gaza, en medio de las milicias islamistas que no son conocidas precisamente por asistir a la iglesia...

"Nadie sabe dónde puede terminar todo esto, y lamentablemente no hay señales de que lo que empezó ayer vaya a terminar pronto". El Padre Gabriel Romanelli es el párroco de la Sagrada Familia, la única parroquia católica de rito latino ubicada en la Franja de Gaza. Una incertidumbre tanto más preocupante porque en el pasado, y por causas mucho menos importantes, la respuesta de Israel ha causado numerosas víctimas colaterales e inocentes entre los palestinos.

"Frente a esta situación, recuerdo a menudo el llamamiento del Papa Pío XII antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial: nada se pierde con la paz, todo se puede perder con la guerra", explicó el misionero argentino, miembro del Instituto del Verbo Encarnado.

Si la preocupación es grande para los cristianos de Gaza, también lo es para todos los discípulos de Cristo en Tierra Santa, en particular para los árabes, que temen que su situación se deteriore aún más tras el ataque terrorista perpetrado por la organización Hamás y la respuesta del Estado hebreo.

Temores compartidos por el patriarca latino de Jerusalén, Monseñor Pierbattista Pizzaballa, elevado al cardenalato el 30 de septiembre y detenido en Roma debido a su participación en el Sínodo sobre la Sinodalidad: "la operación lanzada desde Gaza y la reacción del ejército israelí nos recuerda los peores tiempos de nuestra historia reciente", declaró, temiendo un aumento del "odio y de las divisiones que reducirán las perspectivas de estabilidad en la región".

"Pedimos a Dios que inspire a los líderes mundiales en sus intervenciones para el establecimiento de la paz y la armonía para que Jerusalén pueda ser un refugio de oración para todos los pueblos", concluyó el Patriarcado Latino en su comunicado.

El soberano pontífice expresó su "cercanía a las familias de las víctimas", implorando a ambas partes, palestina e israelí, que "detengan el sonido de las armas, que comprendan que el terrorismo y la guerra no conducen más que a la muerte y al sufrimiento de muchas víctimas inocentes".

Insatisfecho con el acercamiento entre las dos entidades, el embajador de Israel ante la Santa Sede advirtió contra "el uso de ambigüedades y palabras que sugieran una falsa simetría (…) o que sugieran paralelismos donde no existen"...

En este mes de octubre, pidamos a Nuestra Señora del Rosario por la paz en Tierra Santa.