Un sínodo para crear una Iglesia sinodal

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo

A fin de proseguir con el aggiornamento del Concilio Vaticano II, el Papa Francisco ha decidido iniciar un camino sinodal sobre el tema: "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión". El 7 de septiembre de 2021, la Santa Sede publicó el documento preparatorio del sínodo, así como un vademécum, como paso previo a este sínodo sobre la sinodalidad.

Estos instrumentos tienen como objetivo ayudar a las diócesis del mundo entero a realizar la primera fase de escucha y consulta al Pueblo de Dios, que tendrá lugar desde octubre de 2021 hasta abril de 2022; a la fase continental le seguirá la fase universal. El sínodo concluirá en octubre de 2023.

Este trabajo debe conducir a una "conversión sinodal" de toda la Iglesia. Uno de los desafíos, dice el documento, será poner fin a la "cultura impregnada de clericalismo" que puede haber conducido a abusos dramáticos.

Para llevar a cabo esta conversión, el Vaticano llama a todos a escuchar al Espíritu Santo y a permanecer abiertos a las "sorpresas", a fin de redescubrir el espíritu sinodal que animó a los cristianos de los primeros siglos.

La primera fase de este camino tendrá lugar en las diócesis durante seis meses. En ella se hará hincapié en la inclusividad y la participación de todos, "especialmente aquellos que por diversas razones se encuentran marginados", insiste el documento preparatorio.

Quienes deben ser particularmente escuchados son los pobres, los jóvenes que quieren actuar dentro de la Iglesia, pero también las mujeres para responder a la demanda de una mayor valorización.

El documento preparatorio propone alrededor de cincuenta preguntas, para esclarecer este "caminar juntos", articuladas en torno a estas dos interrogantes: ¿cómo se lleva a cabo hoy el "caminar juntos" en cada diócesis? ¿Qué medios nos invita el Espíritu a tomar para que esto suceda?

La Santa Sede prevé que las reflexiones permitirán repasar las experiencias vividas, identificar las heridas visibles y proponer intuiciones...

El documento especifica que las discusiones futuras no deben limitarse a una serie de reuniones o un ejercicio de recolección de datos, sino que deben verse como un proceso espiritual orientado hacia el discernimiento. Los frutos de la oración y la reflexión deberán condensarse en una síntesis de no más de diez páginas.

Más de 4,000 diócesis están invitadas a llevar a cabo esta reflexión. El trabajo de esta fase diocesana será el principal soporte para las fases continental y universal. El documento preparatorio concluye:

"El propósito del Sínodo […] no es producir documentos, sino hacer germinar sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, construir relaciones, resucitar un amanecer de esperanza, aprender unos de otros y crear una imaginación positiva que ilumine las mentes, calme los corazones y fortalezca las manos".

Sobre estas palabras ambiguas y generosas, tanto más generosas porque son ambiguas, ver el artículo del 22 de octubre de 2021.