Un Sínodo sin elección ni ley
Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz
Problemáticas impuestas, falta de competencia por parte de los delegados con criterios discutibles, votos sesgados... Un testimonio reciente empaña la imagen de un sínodo alemán supuestamente hecho de progreso, libertad y transparencia, y que se supone representa el rostro del catolicismo en Alemania.
En una visita ad limina a Roma, monseñor Georg Bätzing quiso expresar al pontífice su preocupación por una supuesta "falta de comprensión" del camino sinodal por parte del Vaticano: una tarea que se ha vuelto más difícil por la intervención -probablemente calculada- de un grupo de intelectuales alemanes.
Une élite opuesta al Camino Sinodal
El grupo Neuer Anfang, reúne a eminentes laicos que, sin ser tradicionalistas, no dejan de inquietarse por los abusos de una Iglesia en Alemania que camina alegre y descaradamente pisoteando la infalible enseñanza de la Iglesia y su divina Constitución.
Una de las integrantes de este grupo, Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, directora del Instituto Europeo de Filosofía y Religión de la Universidad Filosófica y Teológica de Heiligenkreuz (Austria), ganadora del Premio Ratzinger en 2021, explica cómo el tren del sínodo se ha descarrilado: un testimonio de primera mano, ya que la propia filósofa participó en las reuniones sinodales.
"Me designaron después de las nominaciones 'normales', cuando quedó claro que solo se deseaban opiniones específicas. Algunos obispos insistieron en nombrar a 20 personas ajenas a la corriente principal oficial", declaró Gerl-Falkovitz.
Esto equivale a decir, a medias palabras, que los dados estaban cargados desde el principio, y que los organizadores del sínodo quisieron imponer los temas más transgresores. Pero la filósofa explica que eso no fue todo: "Los problemas quedaron claros durante la primera sesión en la primavera de 2021 donde se manifestaron los deseos relacionados con la aceptación de la homosexualidad y el acceso ilimitado de las mujeres al sacramento del Orden Sagrado".
Delegados políticos, incompetentes en materia religiosa
Lo único que quedaba era aprobar estos proyectos progresistas apoyándose en las carencias de los delegados sindicales. En cuanto al ZdK, el Comité Central de Católicos Alemanes, socio de la Conferencia Episcopal para el sínodo, Gerl-Falkovitz reconoce su utilidad en la representación política de los católicos alemanes, pero no para una reforma de la Iglesia.
En su opinión, los miembros del ZdK "están muy lejos de tener todas las habilidades requeridas en teología, muchos provienen del mundo empresarial, o de organizaciones católicas especializadas en temas sociales: ninguno representa en la realidad a los católicos alemanes, ya que no fueron elegidos por esta parte de la población", explica la académica alemana.
Sin embargo, continúa la filósofa, "después de la crisis de abusos de 2018, siento que los obispos se sintieron impotentes y buscaron desesperadamente la ayuda de los laicos. El problema es la regla [de los votos]: un hombre, un voto, independientemente de la capacidad teológica, la práctica y la devoción, e independientemente de la ordenación".
Abusos inadmisibles
La académica primero señala la estructura permanente, compuesta por clérigos y laicos, prevista para supervisar las diócesis. "Este 'Consejo' permanente plantea un gran problema: es imposible de comprender que los laicos estén teológicamente legitimados para dirigir las diócesis junto con los obispos. El derecho eclesiástico y la tradición católica se oponen estrictamente a este concepto".
También señala que el texto del reconocimiento de la homosexualidad como un "don de Dios", aunque rechazado por el voto de los obispos, será retomado por algunos de ellos en sus diócesis, resultando en la bendición de las parejas del mismo sexo, y su participación en el servicio de la Iglesia.
El Papa debe hablar
Para la filósofa, es hora de que Roma "recuerde la línea roja que no se debe cruzar", porque "las ideas del camino sinodal alemán podrían actuar como un virus que se propague por toda la Iglesia".
"Yo escribí personalmente al Papa", añade. Tiene que expresarse claramente; hay tanta gente en Alemania que no entiende su criterio y no saben qué hacer. Quieren claridad. El Papa debe hablar claramente; su opinión hace falta a muchas personas en Alemania, que están perplejas, ya que anhelan claridad".
Pero tanto en Argentina como en otros lugares, se sabe que es una pérdida de tiempo pedirle a un árbitro que anuncie el final del partido mientras no haya encontrado su silbato, aparentemente extraviado...
Fuente: National Catholic Register – FSSPX.Actualités
Imagen: Flickr / Franz Johann Morgenbesser (CC BY-NC-SA 2.0)