Una historiadora judía descubre la verdad sobre el Cardenal Aloysius Stepinac
Una historiadora bosnia de origen judío se dio a la tarea de investigar cómo se salvó su familia durante la Segunda Guerra Mundial, un tema tabú en la antigua Yugoslavia comunista. La conclusión de su investigación permitió deconstruir la leyenda negra en torno a la figura del cardenal Aloysius Stepinac, acusado durante mucho tiempo de colaborar con el régimen nacionalsocialista.
"Croacia: Monseñor Stepinac, mártir y colaborador", el periódico francés Libération no dudó en publicar este encabezado en 1998, al momento de la beatificación del cardenal Aloysius Stepinac (1898-1960), ex arzobispo de Zagreb (Croacia), quien murió a causa del maltrato que sufrió durante casi 15 años de detención.
La labor de Esther Gitman, una historiadora bosnia de origen judío que radica en los Estados Unidos, fue puesta de relieve en noviembre de 2019 por varios sitios de noticias, como The Boston Pilot y Catholic News Agency (CNA).
La investigación llevada a cabo por la historiadora la obligó a leer miles de páginas de documentos, incluidos 5,000 relacionados específicamente con operaciones de rescate de judíos durante la guerra. Asimismo, tuvo la oportunidad de entrevistar a 67 sobrevivientes croatas que salvaron muchas vidas durante este período turbulento. A lo largo de los diversos testimonios, aparecía con frecuencia un nombre: el del Cardenal Aloysius Stepinac.
"Cuando comencé a escuchar el nombre Stepinac, pensé, con mis prejuicios, que no era posible que un sacerdote, y mucho menos un arzobispo, hubiera salvado la vida de judíos", admite la investigadora, antes de rendirse ante las evidencias: "He visto todas las cosas extraordinarias que este hombre hizo; salvó directa e indirectamente a más de 6,000 judíos". El asombro de esta mujer es mayor debido a que fue víctima de la propaganda comunista que intentó ensuciar la figura del arzobispo de Zagreb al acusarlo de colusión con el "fascismo nazi", y sin duda también de los prejuicios de sus correligionarios.
Un hombre de la Iglesia perseguido por el comunismo intrínsecamente perverso
Al tomar el poder en 1945, el mariscal Tito impuso el comunismo en toda Yugoslavia. Intentó establecer una Iglesia católica nacional a su servicio, independiente de Roma. Monseñor Stepinac, anticomunista de corazón, se opuso y no dudó en denunciar abiertamente los arrestos de sacerdotes y las confiscaciones de los bienes de la Iglesia.
En septiembre de 1946, fue acusado y sentenciado a 16 años de trabajos forzados, luego de un juicio falso. Se le acusó de presunta colaboración con la Ustacha1 y el régimen nacionalsocialista alemán, al que también había denunciado, sin temor a las represalias.
En diciembre de 1951, su sentencia fue conmutada por arresto domiciliario. Dos años después, Pío XII lo nombró cardenal. Monseñor Stepinac murió en 1960 como resultado de los maltratos que sufrió en prisión.
El trabajo de Esther Gitman revela una vez más el papel primordial desempeñado por la Iglesia - y especialmente por el Papa Pío XII - durante la Segunda Guerra Mundial, que luchó implacablemente contra el totalitarismo comunista y nacionalsocialista, para salvar tantas vidas inocentes como fuera posible y hacer escuchar la voz de la verdadera civilización.
- 1Organización terrorista basada en el racismo religioso nacionalista croata, aliada del nazismo, formada en 1929.
Fuentes: Catholic News Agency/Alfa y Omega - FSSPX.Actualités - 10/12/2019