Una liturgia que intenta llenar el vacío que crea

Fuente: FSSPX Actualidad

La pantalla LED instalada en la parroquia de Wil

La parroquia de Wil, en el cantón de San Galo, Suiza, se ha equipado con una pantalla LED semitransparente, suspendida sobre el altar. Esta pantalla, retroiluminada por diodos emisores de luz, muestra imágenes, textos, videos, etc.

La semitransparencia hace que el altar, los murales y los vitrales del coro aparezcan a través de la pantalla, creando superposiciones visuales entre lo virtual y lo real.

Hasta ahora, la iglesia de Wil usaba un proyector de video, pero cada ceremonia era necesario instalar la pantalla y el dispositivo. Ahora, la gran pantalla LED y los altavoces colocados de forma permanente permiten "una experiencia casi cinematográfica", según los responsables de la parroquia. Lo cual hace pensar que esta liturgia "crea su propia película"...

En diciembre de 2021, Le Figaro anunció los preocupantes proyectos del diseño interior de la catedral de Notre-Dame de París, tras el incendio que la devastó. FSSPX.Actualidad se hizo eco de esto:

"La iluminación debe variar según los tiempos litúrgicos, yendo desde los tonos más oscuros durante los tiempos de penitencia, a los más claros durante las grandes fiestas. Una elección que nuevamente va en contra de la concepción de los artistas medievales que supieron usar de manera adecuada la luz que proviene del exterior, imagen de la gracia que inunda el alma del creyente".

"Para coronar todo esto, frases luminosas adornarán los muros de las capillas laterales, incitando a los visitantes a la reflexión: ¿tendrán luces parpadeantes, fluorescente o fosforescentes?" No se puede evitar pensar en una liturgia que intenta llenar el vacío que deja en el fondo del alma, a través de una abundancia de medios técnicos en uso en las salas de espectáculos.

He aquí otro hecho revelador de un mal más profundo. El 28 de agosto de 2022, en la parroquia de San Martín de Illnau-Effretikon, en el cantón de Zúrich, Monika Schmid, jubilada de Gemeindeleiterin, "responsable parroquial", llegó a la iglesia encabezando una procesión, con un báculo en la mano, acompañada de un sacerdote capuchino y el nuevo párroco, además de un diácono y un teólogo.

Todos se quitaron los zapatos, como Moisés ante la zarza ardiente. Ella dio el sermón, y este "sermón" fue recibido con una ovación de pie, como en un estadio. Luego vino una "concelebración", pues "Monika Schmid nunca ocultó su deseo de que su papel en la Iglesia también llegara al altar, partiendo el pan como lo ordenó Jesús: 'Haced esto en memoria mía'", informó sin inmutarse la agencia suiza cath.ch.

Y se recitó un Padrenuestro en lenguaje inclusivo, femenino-masculino: "Dios materno y paterno en el cielo", antes de concluir con un triple Shalom que, en la religión hebrea, significa "vete en paz".

Un viejo capuchino, fiel a la Tradición, decía de los misioneros adeptos a estas nuevas escenificaciones teatrales en la predicación y la liturgia: "¡Antes nos convertíamos con el Evangelio, ahora nos convertimos con payasos! Hoy diría algo todavía peor: "Quita el sentido de lo sagrado, y no queda más que el sacrilegio".

Padre Alain Lorans