Unión Europea: un verdadero enfrentamiento entre David y Goliat

La señal enviada el 6 de diciembre de 2018 al Consejo de Asuntos Públicos no debe ser subestimada: los ministros de los 28 estados miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre un texto destinado a presentar los "valores de Europa" con respecto a ciertos derechos exigidos por los grupos de presión homosexual...

El ministro húngaro, seguido por el ministro polaco, rechazaron cualquier mención del término "LGBTIQ", el cual designa la mentalidad homosexual en el texto de este proyecto para la lucha contra la discriminación.

La extraña consecuencia es que los ministros de asuntos públicos de la Unión Europea no pudieron aprobar las "conclusiones del consejo", y tuvieron que contentarse con las "conclusiones de la presidencia".

"Este es un paso inaceptable hacia atrás", lamentó el ministro holandés Wouter Koolmees, uno de los portavoces más entusiastas de la causa homosexual.

Una vez más, se puede ver la división entre las naciones más tradicionales de Europa central y las de Europa occidental, que ensalzan el liberalismo desenfrenado.

El resultado, aunque nada espectacular, muestra cómo un esfuerzo conjunto a escala europea puede crear un obstáculo para una ideología dominante que busca imponer sus "valores" en la Unión Europea, valores que son más una fuente de muerte que de libertad.