Vaticano: 57 parroquias autorizadas para celebrar la misa tradicional en 2022
El sitio web Zenit informa sobre la publicación de Notitiae para el año 2022, publicación oficial del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que contiene la Constitución Praedicate evangelium sobre la reforma de la Curia, la carta apostólica Desiderio desideravi sobre la reforma litúrgica, y los decretos emitidos por el Dicasterio durante el año cubierto.
Entre estos decretos se encuentran aprobaciones de textos litúrgicos para diócesis o institutos religiosos, interpretaciones de textos, concesiones sobre el calendario –el calendario específico de una diócesis o de un instituto–, confirmación de un patrocinio, concesión de coronación de una imagen o título de basílica menor, pero también la celebración de la misa tridentina en las parroquias.
El recuento de las concesiones concedidas por el Dicasterio para el Culto Divino a las parroquias que celebran el rito tridentino asciende a 57, de las cuales 35 están en Estados Unidos, 3 en Canadá, 5 en Alemania, otras tantas en Inglaterra, 1 en Austria, 1 en Hungría, 1 en Irlanda, 1 en Italia, 1 en Lituania y 4 en Polonia.
El sitio web de Zenit comenta: “solo 57 parroquias en todo el mundo han sido autorizadas a celebrar la misa tradicional” en 2022 “lo que refleja el impacto de las restricciones impuestas por el documento pontificio Traditionis Custodes de 2021”. Pero ¿qué significan realmente estas autorizaciones?
Traditionis custodes, del Papa Francisco, restringió la celebración de la misa tridentina: los obispos tuvieron que designar lugares específicos para estas celebraciones, "con exclusión de las iglesias parroquiales", y según estándares exigentes: esa es la ironía del título del motu proprio, porque en realidad los obispos están amordazados.
En diciembre de 2021, el cardenal Roche autorizó, en una “Respuesta a las dubia”, a los obispos a designar una iglesia parroquial para la celebración del rito tradicional “cuando no sea posible encontrar una iglesia, un oratorio o una capilla disponible para los fieles que celebran con el Missale Romanum (Editio typica 1962)", mediante una dispensa que se solicitará a Roma.
La respuesta añade que esta misa no debería incluirse “en el calendario parroquial” porque a ella solo asiste un grupo. Y hay que evitar “celebrarla al mismo tiempo que las actividades pastorales de la comunidad parroquial. Finalmente –in cauda venenum– “se entiende que a partir del momento en que se disponga de otro lugar, se retirará esta autorización”.
Recientemente, como informó The Pillar, un funcionario de la Curia admitió que algunos querían "forzar a los católicos tradicionales a vivir en reservas" a través de un nuevo documento, permitiendo así la toma total de control por parte de la Curia. Pero este texto parece innecesario.
Estas cincuenta y siete autorizaciones representan, por tanto, una provisión temporal de una iglesia parroquial para celebrar la misa tradicional en una diócesis, a falta de otro lugar disponible, que requiere el plácet del Dicasterio para la Liturgia –el obispo no puede actuar solo– y que deben retirarse tan pronto como se encuentre otra solución...
Esta misa no debe anunciarse en ningún periódico parroquial, no debe ser dada a conocer por los feligreses novus ordo, y ni siquiera debe ser vista, para que no atraiga a nadie: si esto no es una reserva, se parece mucho.
Hay muchas misas celebradas para distintos grupos: misas en una lengua extranjera en el país y muchas otras – que se anuncian en el boletín parroquial, pero por ningún motivo la misa tridentina, un indicador adicional de que el cardenal Roche y su Dicasterio quieren ocultar absolutamente esta celebración, probablemente por miedo al contagio…
Visto de esta forma, 57 es ciertamente muy poco, pero eso no impedirá que la misa triunfe.
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Fuentes: Saint-Siège/Zenit – FSSPX.Actualités
Imagen: Dicastère pour le culte divin et la discipline des sacrements