Vaticano: las inquietantes declaraciones del presidente de la Academia Mariana
El Padre Stefano Cecchin, Presidente de la Pontificia Academia Mariana
Analizar y discernir los diferentes casos de apariciones marianas, así como los fenómenos místicos vinculados a la figura de la Virgen María: esta es la misión del nuevo organismo creado el 15 de abril de 2023 por la Pontificia Academia Mariana Internacional. Con una meta a futuro: evitar que supuestos mensajes generen confusión dentro de la Iglesia.
Fenómenos extraños, mensajes heterodoxos, polémicas recurrentes como en torno a los eventos de Medjugorje... Cuanto más pierden la brújula las sociedades, más abundan los fenómenos supuestamente místicos en torno a la Virgen María: la Santa Sede quiere establecer una oficina centralizada para ejercer el discernimiento en esta materia.
Esta es la misión del nuevo observatorio: "El objetivo es activar comisiones nacionales e internacionales encargadas de evaluar y estudiar las apariciones y los fenómenos místicos reportados en diversas regiones del mundo", declaró el Padre Stefano Cecchin, presidente de la Pontificia Academia Mariana Internacional, a Vatican News el 15 de abril pasado.
La nueva estructura está compuesta por un comité de dirección y un comité científico, ambos integrados por expertos en teología, mariología y eclesiología. Se constituirán comités científicos a nivel local, para operar en el campo, en un enfoque multidisciplinario.
Los medios vaticanos hicieron hincapié en la importancia de que la Pontificia Academia Mariana Internacional "aclare las cosas, porque muchas veces los supuestos mensajes generan confusión, difunden escenarios apocalípticos que provocan ansiedad o incluso acusaciones contra el Papa y la Iglesia".
Una declaración sumamente inquietante
El presidente de la Pontificia Academia Mariana, Stefano Cecchin, ofm, concedió una entrevista al semanario Alfa y Omega, en la que aseguró, entre otras cosas, que "las apariciones que hablan de los castigos de Dios son absolutamente falsas".
El fraile franciscano comenzó recordando la autoridad de la Academia que preside: "Somos los únicos competentes en el mundo entero sobre el tema de la figura de María. (…) Es decir que somos reconocidos como expertos en esta disciplina, con derecho a intervenir", aunque reconoce que "son los obispos los que emiten la decisión final y los que tienen la última palabra".
Uno de los criterios que utiliza la Academia Pontificia, según el Padre Cecchin, es el siguiente: "¿Una madre quiere castigar a sus hijos enviándoles enfermedades, muerte...? No, en lo absoluto. Entonces las apariciones que hablan de los castigos de Dios son absolutamente falsas". Lo que plantea un cierto problema: por ejemplo, durante la 3ª aparición en Fátima, el 13 de julio de 1917, Nuestra Señora dijo a los niños:
"Han visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si se hace lo que voy a decirles, muchas almas se salvarán y tendrán paz. La guerra pronto terminará. Pero si no dejan de ofender a Dios, comenzará una guerra más seria bajo el pontificado de Pío XI.
"Cuando vean la noche iluminada por una luz desconocida, sepan que es una gran señal de Dios para decirles que castigará al mundo por sus crímenes, con guerra, hambre y persecuciones contra la Iglesia y el Santo Padre".
Y en La Salette, Nuestra Señora dijo a los niños: "La gente no guarda el día del Señor, trabajan sin parar los domingos. (…) Se ignora el tiempo de Cuaresma. Los hombres no pueden jurar sin tomar el nombre de Dios en vano. La desobediencia y el olvido de los mandamientos de Dios son las cosas que hacen más pesada la mano de mi Hijo".
Según el Padre Cecchin, ambas apariciones son "absolutamente falsas". Lo cual parece perfectamente insostenible. La raíz de esta extraña opinión radica en la nueva apreciación de la misericordia, presente en la teología desde hace algún tiempo y enfatizada por el Papa actual, pero ya discernible desde Juan Pablo II. Una misericordia desvinculada de la justicia.
La negación de la aprobación papal
Por otro lado, el franciscano afirma que nunca ha habido ni habrá aprobación papal de una aparición, porque se trata de revelaciones privadas: "Cabe señalar que las apariciones son revelaciones privadas. No agregan ni restan a las revelaciones públicas y, por lo tanto, no se requiere la aprobación papal. Nunca la habrá, nunca la ha habido".
Esta afirmación perentoria requiere una distinción que la teología ha hecho desde hace mucho tiempo y que ha sido establecida por el papado. Debe hacerse una distinción entre la autoridad del mensaje y su contenido. En cuanto a la autoridad, no va más allá del orden privado y, a diferencia de la revelación pública contenida en la Sagrada Escritura y la Tradición, no puede imponerse a las conciencias. En otras palabras, nadie está obligado a creer una revelación privada.
Por otro lado, en cuanto al contenido, la Iglesia puede declarar que está enteramente en conformidad con la doctrina católica y así permitir el culto: peregrinación, advocación o incluso misa en honor de la Virgen bajo el título de su aparición: este es el caso de Lourdes, por ejemplo. Para que tal culto sea universalmente autorizado, se necesita la autoridad del Papa, con todo respeto al Padre Cecchin.
Fuentes: Vatican News/InfoCatolica – FSSPX.Actualités
Imagen: © Vatican medi