Venezuela: la Iglesia se muestra cautelosa en un contexto de disturbios urbanos
La reelección de Nicolás Maduro como presidente, impugnada por la oposición, ha sumido a Caracas en un clima de guerrilla urbana que ha provocado la muerte de una veintena de personas. En este contexto, los obispos venezolanos y la Santa Sede intentan apaciguar la situación y hacer oír su voz.
“Como pastores del Pueblo de Dios, seguimos de cerca el desarrollo de los últimos acontecimientos y deseamos expresar a todos nuestra cercanía y disponibilidad para el acompañamiento pastoral en estos momentos de inquietud”: el comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal de Venezuela un día después de la controvertida reelección del presidente resume la delicada situación en la que se encuentra la Iglesia en este país con más de un 90% de católicos.
Si bien los prelados venezolanos pretenden mostrar su cercanía a las familias afligidas durante los recientes disturbios urbanos que ensangrentaron a Caracas, no quieren arriesgarse a un enfrentamiento directo con el régimen chavista de Nicolás Maduro: no tiene sentido arriesgarse a un escenario como el nicaragüense en donde los católicos tendrían todo que perder.
Aunque la Conferencia Episcopal “aplaudió la participación masiva, activa y cívica de todos los venezolanos en el proceso electoral, durante las elecciones del 28 de julio de 2024”, pide, sin embargo, “un proceso de verificación de las actas de votación, en el que todos los actores políticos involucrados participen activa y plenamente”.
“Mantengámonos firmes en la esperanza”, instan los obispos, deseosos de condenar firmemente toda violencia, venga de donde venga: “Nuestros pensamientos y nuestras justas exigencias deben concretarse en actitudes pacíficas, de respeto y de tolerancia, como las que han reinado hasta ahora”, advierten a los manifestantes.
Sin embargo, la violencia no parece detenerse: desde la proclamación de los resultados presidenciales, se han registrado 187 manifestaciones en veinte de los veintitrés estados del país.
La reacción de la Conferencia Episcopal es similar a la del Vaticano que “considera que la expresión de las diferentes posiciones debe hacerse con la actitud pacífica, el respeto y la tolerancia que han prevalecido hasta ahora”, declaró Monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Monseñor Cruz Serrano habló en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA celebrada en Washington DC el miércoles 31 de julio. En esta reunión, los países miembros no lograron adoptar una resolución para pedir al gobierno venezolano que sea transparente en los resultados electorales.
La resolución requería 18 votos para ser aprobada, pero solo 17 países votaron a favor, mientras que otros 11 se abstuvieron. La delegación de la Santa Sede ante la OEA simplemente “tomó nota de la propuesta no adoptada”. Una reacción cautelosa que demuestra que el Vaticano está decidido a continuar su política de “neutralidad positiva” hacia el régimen de Nicolás Maduro.
Una política que está dando sus frutos, ya que el 28 de junio finalmente se cubrieron tres sedes episcopales, después de largos períodos vacantes: estas decisiones fueron tomadas en consulta con el presidente de la república, tal como estipula el concordato que regula las relaciones entre este país de América del Sur y la Santa Sede.
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Fuente: Fides/Vatican News – FSSPX.Actualités
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