Vincent Lambert: el tribunal de casación allana el camino para una muerte programada

Fuente: FSSPX Actualidad

En una sentencia definitiva dictada el 28 de junio de 2019, el Tribunal Supremo de la República revocó la decisión del Tribunal de Apelaciones de París. El Centro Hospitalario Universitario de Reims puede reanudar en cualquier momento el protocolo de "atención" que provocará la muerte de Vincent Lambert.

La decisión del tribunal de casación pretende poner fin al caso de un paciente de 42 años, inmerso desde hace 10 años en un estado de mínima conciencia o semi-vegetativo, según el cual deben aplicarse rápidamente las disposiciones de la Ley Claeys-Leonetti de 2016 al final de la vida.

En el contexto del cese de la nutrición e hidratación artificiales (AHA), esto significa el inicio de la sedación profunda; en otras palabras, un proceso programado de asesinato.

Esta última expresión no es de ninguna manera exagerada, porque la AHA, lejos de ser un tratamiento extraordinario, constituye de hecho un medio ordinario y proporcionado para cualquier paciente y, por lo tanto, un derecho natural, para mantenerse vivo.

¿Acaso se podía esperar otro resultado? Desgraciadamente no, dado que la justicia, en el funcionamiento de un estado que pretende ser moderno, tiene como función principal la aplicación de las leyes aprobadas por el poder legislativo, al margen de cualquier referencia moral, que suponga que existe una norma objetiva de los actos humanos, independiente de la llamada voluntad general.

Los abogados de los padres de Vincent Lambert han amenazado con un proceso penal por "asesinato" a los médicos y las autoridades responsables de suspender el tratamiento, un procedimiento de último recurso.

El trágico desenlace del caso Lambert también reside en la destrucción de una familia, lanzada de un lado a otro entre los tribunales de las jurisdicciones, ya que el paciente no dejó una instrucción anticipada por escrito antes de su accidente. Debido a la falta de un consenso, el juez falló a favor de la esposa de Vincent Lambert, quien decidió asesinar a su esposo.

Ahora más que nunca sólo queda rezar por Vincent Lambert, por todos los miembros de su familia y también por los pacientes con discapacidades severas. El Estado prometeico cree, como un demiurgo, ejercer un ilusorio derecho sobre la vida y la muerte, sobre los cuerpos y las almas que pertenecen a Dios, que juzgará a los vivos y a los muertos, a las víctimas inocentes, a los asesinos en batas blancas y a los legisladores.