Vocaciones asiáticas
Queridos amigos y benefactores,
Como verán, en este número de la revista APOSTLE hablaremos de la importancia y la necesidad de las vocaciones a la vida religiosa.
Quizá se pregunten, ¿por qué hablar de la vida religiosa? ¿Nos estamos quedando sin temas de qué hablar? No, al contrario. Esto es la única cosa necesaria. De hecho, es deber del sacerdote no solo evangelizar, sino también ayudar a las almas (a las que Dios llama a la vida consagrada) a responder a su vocación.
Este es un tema del que nunca hablamos lo suficiente. Un tema que se ha vuelto aún más urgente en la situación actual. A medida que el mundo que nos rodea continúa su espiral descendente hacia una locura abyecta, rechazando totalmente a Dios, la decisión de los hombres y mujeres jóvenes de ingresar a un estado de vida consagrada se vuelve cada vez más urgente.
Para servir mejor a Dios, para trabajar mejor por su salvación, para trabajar mejor por la salvación de las almas de los demás... esta es la meta por la que Dios ha dado a la humanidad este estado de vida consagrada.
Nos enfrentamos a una escasez de sacerdotes, hermanos y religiosas en todo el mundo. Esta escasez es particularmente visible aquí en los vastos campos misioneros de Asia, donde la inmensa mayoría de la gente ignora las verdades vitales de nuestra santa fe.
Una razón evidente por la que se necesitan más vocaciones religiosas es la situación mundial actual que estamos presenciando. Por todos lados podemos observar un gran miedo, pánico, ansiedad y confusión por los informes de personas que mueren a causa de un virus.
Para el alma católica, esto no es motivo real de angustia o dolor. Más bien, el verdadero temor debería ser: "Muchas de estas personas que están muriendo no están listas para comparecer ante Dios, porque no tienen la gracia del bautismo o no viven de acuerdo con las promesas de su bautismo".
Esta cuestión nos lleva a otra igualmente importante, que a menudo se pasa por alto, a saber: "¿Qué estoy haciendo para detener esta pérdida masiva de almas?"
Estimados lectores, reflexionen bien sobre estas verdades: "Si Dios espera que yo (y sí lo espera) haga algo, ¿estoy cumpliendo con sus expectativas? ¿No puedo yo aportar la santidad y el sentido común que tanto necesitamos consagrando mi vida a Dios?"
¡El mundo necesita desesperadamente santos, y no solo a personas que publican las vidas de los santos en las redes sociales!
Abajo encontrarán el enlace para leer el artículo completo:
[[{"fid":"138879","view_mode":"media_link","fields":{"format":"media_link","alignment":""},"type":"media","field_deltas":{"3":{"format":"media_link","alignment":""}},"link_text":"apostle_57_online.pdf","attributes":{"class":"media-element file-media-link","data-delta":"3"}}]]
Agradecemos su apoyo: "¡Dios ama al que da con alegría!"
fsspx.asia