Washington: los confesores deberán denunciar a los abusadores

Fuente: FSSPX Actualidad

El estado de Washington, situado al noroeste de Estados Unidos y bañado por el océano Pacífico, acaba de aprobar una ley que obliga a los sacerdotes que escuchan confesiones a denunciar a las personas que hayan confesado abusos, es decir, a violar el secreto que los ata por voluntad de Dios, quien instituyó este sacramento.

El 28 de febrero de 2025, una ley del estado de Washington que elimina el secreto de confesión, bajo pena de prisión, fue aprobada en el Senado por 28 votos contra 20, y en la Cámara de Representantes por 64 votos contra 31. La ley obliga al clero a denunciar los casos de abuso de menores que lleguen a su conocimiento, sin excepción. La ley fue firmada el 2 de mayo por el gobernador, Bob Ferguson, demócrata.

El arzobispo de Seattle, Mons. Paul D. Etienne, reaccionó recordando que esta ley convierte "a todos los miembros del clero en denunciantes obligatorios de abusos, sin excepción para la comunicación privilegiada entre el sacerdote y el penitente durante el sacramento de la reconciliación". En otras palabras, en el estado de Washington, el clero católico está ahora obligado a violar el secreto de confesión.

Monseñor Etienne cita a San Pedro ante el Sanedrín: "Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5, 29). Esa es nuestra posición ante esta nueva ley. El clero católico no puede violar el secreto de confesión so pena de excomunión. Todos los católicos deben tener la seguridad de que sus confesiones siguen siendo sagradas, seguras, confidenciales y protegidas por la ley de la Iglesia".

Asegura que la Iglesia está totalmente decidida a colaborar en la protección de los niños y la prevención de los abusos. Recuerda que la arquidiócesis de Seattle "se compromete a denunciar los abusos sexuales cometidos contra niños, a ayudar a las víctimas a sanar y a proteger a todos los menores y personas vulnerables".

Reconoce que la ley "ya exige a los sacerdotes que sean denunciantes obligatorios", pero añade "no si esa información se obtiene durante la confesión". Recuerda además que "la Iglesia católica de Estados Unidos se ha comprometido a prevenir los abusos sexuales desde hace muchas décadas", denunciando los casos y cooperando con las autoridades civiles.

Monseñor Thomas Daly, obispo de Spokane, al este del estado de Washington, también aseguró que el clero no rompería el secreto de confesión, aunque lo exigiera la ley. "Los obispos y los sacerdotes se han comprometido a respetar el secreto de confesión, aunque eso signifique ir a la cárcel", declaró.

Historia del proyecto de ley

Durante tres años se han realizado diversos intentos para reducir la protección de las "comunicaciones privilegiadas", sin apenas resultados. Se han celebrado debates entre la Conferencia Católica del Estado de Washington y los legisladores, pero finalmente han fracasado durante esta sesión, lo que llevó a la aprobación de la versión más extrema del proyecto de ley, firmada por el gobernador.

Esta ley se opone a la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que establece que "el Congreso no aprobará ninguna ley que establezca una religión o prohíba el libre ejercicio de la misma". Sin embargo, con esta ley, el estado de Washington se dirige específicamente al comportamiento religioso e interfiere en la ley de la Iglesia y en la práctica del sacramento de la penitencia.

Otros estados estadounidenses han intentado llevar a cabo esta misma intromisión en la ley de la Iglesia: Montana, Delaware y Vermont; sin embargo, estos proyectos de ley no han prosperado.

En varias jurisdicciones australianas, en particular en Queensland, los sacerdotes están obligados por ley desde hace algunos años a denunciar los abusos sexuales a menores, incluso si esta información se recibe en confesión. El incumplimiento de esta obligación puede acarrear penas de prisión.