Reseña de prensa: ¿Qué sucedió en el Sínodo sobre la Sinodalidad? (2)

Fuente: FSSPX Actualidad

El Vaticano de noche: símbolo del oscurecimiento producido por el Sínodo sobre la Sinodalidad

Del 4 al 29 de octubre de 2023, se celebró en Roma el Sínodo sobre la Sinodalidad. En realidad, se trató de la primera fase de un Sínodo que se reunirá de nuevo en octubre de 2024, y al que seguirá la exhortación postsinodal del Papa donde retomará lo que él decida del documento resumen que le entregarán los padres y madres sinodales – porque este Sínodo, por primera vez, fue abierto a mujeres, religiosas y laicos.

Al término de esta primera etapa, podemos sacar algunas conclusiones que, aunque provisionales, son reveladoras de la mentalidad que mueve a los organizadores del Sínodo.

Pequeñas diferencias en un consenso unánime

En su blog Settimo Cielo del 1 de noviembre, el vaticanista Sandro Magister intentó hacer un primer balance, reconociendo que "es difícil determinar los elementos restantes de un mes de Sínodo leyendo las 42 páginas del informe resumido de esta primera sesión", titulado sin rodeos Una Iglesia sinodal [sic] en misión.

El vaticanista señala que allí se puede “leer el nuevo 'rostro de la Iglesia', aunque todavía no se define completamente. Porque aún es necesario 'esclarecer su significado', así como su relación con la colegialidad episcopal y con la sinodalidad tan distinta a la de las Iglesias orientales.

"Y se propone 'la creación de una comisión intercontinental de teólogos y canonistas a tal efecto, con miras a la segunda sesión de la asamblea” en octubre de 2024, así como el 'lanzamiento de un estudio preliminar'". – En definitiva, otra comisión preparatoria.

Sandro Magister prosigue su atenta lectura: “Las 270 proposiciones del documento, más la introducción y la conclusión, fueron aprobadas una por una por más de dos tercios de los 365 electores, obispos, sacerdotes, laicos, hombres y mujeres. Sin embargo, aquí y allá, algunas decenas de votos en contra atestiguan divergencias sobre varias cuestiones presentes en el texto que 'quedan por resolver' en el futuro.

“Pero también encontramos divergencias en cuestiones sobre las que el documento presenta 'convergencias'. Por ejemplo, cuando se afirma que 'los procesos sinodales permiten verificar la existencia de este consenso de los fieles (consensus fidelium) que constituye un criterio seguro para determinar si una determinada doctrina o práctica pertenece a la fe apostólica'. Aquí encontramos 26 'no', probablemente dudosos sobre este abandono del magisterio doctrinal en favor de un ambiguo 'consenso de los fieles', verificado quién sabe de qué manera".

El vaticanista señala: "el mayor número de votos negativos (69) es para el 'acceso de las mujeres al ministerio diaconal', también incluido entre las 'cuestiones que hay que afrontar'. El documento enumera así las 'diversas posiciones' que surgieron de los debates: para algunos, se trata de un paso 'inaceptable', 'en discontinuidad con la Tradición'".

“Para otros, en cambio, conceder a las mujeres el acceso al diaconado restablecería una práctica de la Iglesia primitiva. Otros lo ven como 'una respuesta adecuada y necesaria a los signos de los tiempos, fiel a la Tradición, que puede encontrar eco en el corazón de muchos que buscan una vitalidad y energía renovadas en la Iglesia'".

Por último, hay quienes expresan "el temor de que esta petición sea la expresión de una peligrosa confusión antropológica, aceptando así la alineación de la Iglesia con el espíritu de los tiempos'". Además, el celibato del clero "se define en el documento como 'un tema que no es nuevo y que requiere un reexamen futuro'".

"Pero la hipótesis que sugiere que el celibato de los sacerdotes se podría superar, 'especialmente cuando el contexto eclesial y cultural lo hace más difícil', fue recibida con 55 'no', dos más de los que también rechazaron la propuesta, "de integrar a los sacerdotes que han abandonado el ministerio en un servicio pastoral que valore su formación y experiencia". En este mismo apartado, volvió a surgir 'la cuestión del acceso de las mujeres al diaconado', rechazada por 61 'no'".

Finalmente, Sandro Magister pregunta: “En resumen, ¿mucho ruido y pocas nueces? Sí y no. Las cuestiones espinosas sobre las que el documento final guarda silencio fueron en realidad objeto de una doble intervención del Papa Francisco y de su muy fiel prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el argentino Víctor Manuel Fernández, en respuesta a las dubia de algunos cardenales.

“Y estas dos respuestas (una fechada el 11 de julio y la otra el 25 de septiembre) fueron publicadas el 2 de octubre, en vísperas del Sínodo, ignorando por completo que el Sínodo estaba convocado para debatir estas mismas cuestiones: la bendición de las parejas homosexuales y la comunión a los divorciados vueltos a casar, así como la ordenación de las mujeres y la sinodalidad extendida a los laicos.

“En esencia, las respuestas fueron que la doctrina permanece intacta pero la práctica puede cambiar, dentro de un proceso evolutivo que no tiene objetivos preestablecidos, sino que constituye en sí mismo el rostro de la nueva Iglesia sinodal. En la que es él, el Papa, quien toma las decisiones, y nadie más".

Continuará...