Italia: Giorgia Meloni condena enérgicamente la gestación subrogada

Fuente: FSSPX Actualidad

Con motivo de una conferencia sobre demografía, la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, condenó sin reservas la gestación subrogada (GPA) y advirtió que pronto se presentará al Parlamento una nueva ley más severa.

La cuestión demográfica

Cabe recordar de antemano que Italia tiene una de las tasas de natalidad más bajas de Europa, estimada en 1.25 hijos por mujer (en 2021), siendo precedida al final del ranking solo por España con 1.19 hijos por mujer y por Malta que cayó a 1.13 hijos por mujer.

La presidenta del Consejo comenzó afirmando que este tema “constituye una prioridad absoluta” para su gobierno. Agregó que "es hora de que tengamos un gobierno lo suficientemente valiente como para dedicarse a la demografía y la natalidad como desafíos prioritarios", y que es urgente invertir la dramática tendencia de la natalidad.

Luego atacó las ideologías descabelladas: "Durante décadas, la cultura dominante ha dicho que traer un niño al mundo es una elección probablemente incompatible con muchas otras; (…) una elección que tal vez sería mejor no tomar. (…) recientemente incluso se ha expresado la locura de que dar a luz a un niño es cometer un acto contra el medio ambiente".

Por esta razón, explica Meloni, su gobierno quiere situar la cuestión demográfica "en el centro de nuestra actividad". Y esto se manifiesta en el hecho de que “por primera vez en la historia de Italia, hay un ministerio específicamente dedicado a la natalidad”.

La esclavitud de la gestación subrogada

La presidenta del Consejo clavó una banderilla contra el espíritu woke y feminista: “el hecho mismo de hablar de padre y madre en esta sociedad a veces puede parecer un acto de revolución”, señala. Y continúa: "Cuando hacemos eso, tendemos a parecer bastante retro, en una época en la que llegamos incluso a negar que se necesita un hombre y una mujer para traer un niño al mundo".

Y, añade, "cuando nos topamos con lo evidente, pensamos que resolveremos la cuestión tal vez alimentando un mercado transnacional que explota los cuerpos de las mujeres pobres, que convierte a los niños en una mercancía, transfiriéndolos como un acto de amor o por un gesto de libertad", denunciando así la maternidad subrogada.

Pero “las cosas irrazonables no se vuelven razonables con la repetición, y nadie puede convencerme de que sea un acto de libertad alquilar el propio útero; nadie puede convencerme de que es un acto de amor tratar a los niños como un producto en el mostrador de un supermercado”.

Meloni insiste: "no es un acto de amor transformar el muy legítimo deseo de tener un hijo en un derecho garantizado por todos los medios posibles. Por eso sigo considerando el alquiler del útero como una práctica inhumana, y apoyo el proyecto de ley destinado a convertirlo en un delito universal, es decir, punible en Italia incluso si se comete en el extranjero".

Meloni concluyó precisando que “en nuestro Parlamento se está debatiendo actualmente una propuesta sobre este tema y espero que pueda aprobarse lo antes posible”. Esto está en línea con el llamamiento de Casablanca que solicitó la abolición universal de la gestación subrogada en marzo de 2023.

Recordó finalmente que ninguna "nación europea ha alcanzado la tasa de sustitución" y que "desde el punto de vista del gobierno italiano, una de las grandes revoluciones que la Europa del mañana debe garantizar es precisamente la que consiste en elevar finalmente el desafío demográfico con fuerza, determinación e instrumentos concretos”. Palabras de sentido común, que lamentablemente no son compartidas por todos.