Alemania: la Iglesia y su camino separado para las “diaconisas”

Presentación de la formación desviada

El Netzwerk Diakonat der Frau, fundado en 1997, organiza desde 1999 cursos para mujeres que se sienten llamadas a ser diaconisas. La presidenta Irmentraud Kobusch explica: "Somos una organización independiente y podemos ofrecer y certificar este tipo de cursos para mujeres".

Oficialmente, el curso se titula: “Formación continua: Servicios de liderazgo diaconal para las mujeres en la Iglesia”. La formación que acaba de finalizar es la tercera, ya que la primera tuvo lugar en 1999.

La formación se imparte en Waldbreitbach, en las instalaciones del convento de las Hermanas Franciscanas. Se requiere el curso de teología por correspondencia de Wurzburgo. La formación se extiende a lo largo de tres años a razón de un fin de semana cada dos meses. Se han capacitado 37 mujeres en tres ciclos.

Irmentraud Kobusch dice que la idea de esta formación le surgió después de leer la Carta Ordinatio sacerdotalis en la que se afirma que el sacerdocio está reservado a los hombres, por derecho divino, y concluyó entonces que "el diaconado de las mujeres" no entra en esta categoría.

La presidenta pone su esperanza en Francisco y en el camino sinodal. “Como red, mantenemos conversaciones con el grupo de trabajo permanente sobre el diaconado”, afirma Kobusch. Un ministerio común para hombres y mujeres sería el modelo ideal para el futuro de la Iglesia.

Irmentraud Kobusch está convencida de que algún día habrá mujeres diaconisas católicas, de forma totalmente oficial. “Perseveraremos hasta que la primera mujer sea ordenada diaconisa en Alemania”, afirma. Todavía llevará un poco de tiempo.

La ceremonia del 15 de abril con Monseñor Ludger Schepers 

En un comunicado se recordó el sistema de formación de las recién egresadas. "El obispo auxiliar, Monseñor Schepers, apoya y acompaña desde hace mucho tiempo la red del diaconado femenino”, afirma el comunicado de prensa.

Continúa: "En su sermón, pronunciado con Sor Edith-Maria Magar, superiora general de las Franciscanas de Waldbreitbach, subrayó que las mujeres también son llamadas. Las mujeres, con razón, se sienten discriminadas y marginadas en la Iglesia a causa de su vocación".

El comunicado añade: "Las mujeres están sorprendidas de que este desequilibrio no se considere un problema que deba abordarse. (…) Aunque aún no puede ordenar a las mujeres, el obispo bendijo a cada una de ellas cuando recibieron su certificado".

El presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, Monseñor Georg Bätzing, envió un mensaje de felicitación: “Son una bendición para nuestra Iglesia”, escribió.

Un camino claramente cismático que desemboca en la herejía

Toda esta energía conducirá al cisma y a la herejía o al abandono de la Iglesia. Cabe señalar (nuevamente) que, según una definición del Concilio de Trento, que sanciona una doctrina todavía creída, el sacramento del Orden es uno y se compone de al menos tres grados: episcopado, sacerdocio y diaconado. Para poder recibir el último es necesario poder recibir los otros dos. La imposibilidad de ordenar al sacerdocio implica, por tanto, la de la ordenación al diaconado... o la consagración episcopal.