Donald Trump, el candidato “pro-Biblia”

Fuente: FSSPX Actualidad

El expresidente Donald Trump, quien se ha lanzado como candidato a las elecciones presidenciales, promueve la Biblia en un video que se ha vuelto viral, al tiempo que una encuesta a gran escala resalta la importancia de la religión para la mayoría de los votantes estadounidenses. Mientras tanto, el clan demócrata hace del progresismo su activo comercial.

Es difícil imaginar que sucediera lo mismo en Europa: un expresidente que se postula para la reelección promoviendo la Biblia en las redes sociales. Pero Estados Unidos sigue siendo la tierra de todas las posibilidades: “Debemos hacer que Estados Unidos vuelva a orar”, afirma Donald Trump en un video difundido al inicio de la Semana Santa y que no tardó en viralizarse.

El exinquilino de la Casa Blanca aparece flanqueado por la bandera nacional - blandiendo en su mano la versión King James de las Sagradas Escrituras a las que se refiere la Declaración de Independencia así como el Juramento de Lealtad a la Bandera, texto aprobado por una ley del Congreso el 18 de junio de 1942.

“La religión y el cristianismo son lo que más le hace falta a este país”, dice el candidato republicano, quien añade: “realmente creo que nuestro país debe recuperarlos. Lo más rápido posible". El expresidente afirma que la Biblia sigue siendo su libro de cabecera y “todo ciudadano estadounidense debería tener una en casa”.

Un posicionamiento que podría influir en la carrera hacia la Casa Blanca, considera Warren Throckmorton, profesor emérito del Grove City College (Pensilvania), para quien el competidor de Joe Biden ha tocado una fibra sensible en el electorado: "La idea de que Estados Unidos es un un país fundado sobre raíces cristianas sigue estando bien anclada", juzga el académico, que considera que Donald Trump "refuerza así" su base electoral.

Esta campaña electoral no deja nada al azar. Unos días antes, el 15 de marzo de 2024, el Pew Research Center (PRC), un instituto de encuestas autorizado en Estados Unidos, publicó los resultados de su última investigación: parece que el 80% de los estadounidenses cree que el lugar de la religión dentro de la sociedad ha disminuido considerablemente en los últimos años.

Un hecho aún más interesante: el 49% de los encuestados cree que la pérdida de influencia de la religión es perjudicial para la cohesión de la sociedad estadounidense, y el 57% piensa que el cristianismo tiene un efecto beneficioso en el país. Una señal más de que el wokismo y la cultura de la cancelación ya no tienen un peso preponderante en el seno de la primera potencia.

Y para confirmar esta tendencia, el Pew Research Center señala que alrededor de la mitad de los estadounidenses creen que es importante para ellos tener un presidente con fuertes convicciones religiosas: suficiente para crear malestar entre los demócratas que juegan la carta del progresismo integral. Además, solo una minoría de los encuestados (13%) piensa que el actual inquilino de la Casa Blanca está motivado por una creencia religiosa.

Prueba de que los estadounidenses no consideran creíble a Joe Biden cuando dice pertenecer a la Iglesia católica y, al mismo tiempo, apoya posiciones abiertamente contrarias al magisterio, en particular en lo que respecta al aborto.

Pero la marcha hacia la nominación suprema en el Capitolio es todavía larga y plagada de obstáculos para el candidato republicano: su competidora en las elecciones primarias, Nikki Haley, se dio por vencida aunque sin pedir a los votantes un apoyo franco y masivo a Donald Trump.

Por tanto, todas las voces contarán el 5 de noviembre de 2024, en particular las de los cristianos.