IV Asamblea del Camino Sinodal: un cisma consumado (3)

Fuente: FSSPX Actualidad

Del jueves 8 al sábado 10 de septiembre de 2022 tuvo lugar en Frankfurt la IV y penúltima Asamblea del Camino Sinodal alemán, que presentó una oportunidad para evaluar la determinación de una parte de la Iglesia de Alemania de llegar hasta el final de un proceso que tiende al cisma.

Durante el primer día, tuvo lugar un giro bastante inesperado, con el rechazo del texto sobre la moral sexual, gracias a la negativa de 21 obispos que votaron en contra del texto, representando una minoría de bloqueo, como informó el artículo anterior. Sin embargo, el segundo día fue una sesión de recuperación, con la adopción de varios textos opuestos a la doctrina católica.

La preparación de un nuevo órgano de gobierno eclesiástico

El sábado 10 de septiembre, la Asamblea Sinodal aprobó en segunda lectura el texto que prevé la creación de un "consejo sinodal". Este último se describe como un "órgano consultivo y decisorio" que "delibera sobre los desarrollos esenciales de la Iglesia y de la sociedad, y toma decisiones normativas, de importancia supradiocesana, sobre la planificación pastoral, las cuestiones del futuro y los asuntos presupuestarios de la Iglesia que no se toman a nivel diocesano".

En otras palabras, una buena parte de lo que pertenece exclusivamente al obispo diocesano, y que requiere el poder de jurisdicción ligado a la ordenación o consagración, será puesto en manos de los laicos, en desacato del canon 127 del nuevo código, que también se cita como referencia.

Es una forma de organizar un "Camino Sinodal permanente", con poderes exorbitantes y fuera de toda justificación canónica. En efecto, se señala que "las decisiones del Consejo Sinodal tendrán, por lo menos, el mismo efecto legal que las decisiones de la Asamblea Sinodal".

Aunque el texto no lo dice, la discusión en la Asamblea quiso precisar el lugar de este Consejo en relación con la Conferencia Episcopal, y aún no se ha decidido si esta última estará por encima de los obispos o a su mismo nivel. Esta revolución fue aprobada por el 92.5% de los delegados y 43 obispos. Seis de ellos votaron en contra.

Tres documentos aprobados en primera lectura

Antes de separarse, la Asamblea examinó en primera lectura tres textos explosivos.

Aceptación plena de sacerdotes homosexuales, bisexuales o de otra orientación no heterosexual

La Asamblea, "consciente de la situación a veces precaria de los sacerdotes no heterosexuales" quiere ayudar a normalizar su situación. El objetivo declarado es que "no es la orientación sexual, revelada o no, la que decide el acceso y mantenimiento en el ministerio eclesiástico, sino las aptitudes humanas y profesionales".

Esto requerirá modificar los textos normativos que prohíben el acceso al seminario y al sacerdocio a sujetos no heterosexuales. Esto es lo que se le pide explícitamente a Roma.

Gestionar la diversidad de género

Este otro texto del IV Foro llama a la integración absoluta de todos los "géneros" en la Iglesia, especialmente las personas transgénero. Esto deberá constar en los registros de bautismo que deberán ser modificables en este punto, a petición de los interesados.

Pero también la posibilidad de que todos puedan acceder a "todos los ministerios ordenados y las profesiones pastorales de la Iglesia", sin excepción. La base es siempre la misma: conocimientos "científicos" discutibles, y que en modo alguno son fuentes de la Revelación.

"Proclamación del Evangelio por Mujeres tanto en la Palabra como en los Sacramentos"

Este último texto pretende ampliar la posibilidad de predicar a mujeres y laicos –que ya existe en Alemania desde el sínodo de Wurzburgo– pero también de bautizar y celebrar matrimonios. E incluso se pide "relanzar" (¿?) la confesión de los laicos "en el contexto del acompañamiento espiritual".

Finalmente, también se debe considerar la "bendición y unción de los enfermos para todos los agentes pastorales involucrados en el cuidado de los enfermos". Y el texto concluye sus exigencias: "Se debe redescubrir toda la riqueza de la acción pastoral ejercida en la historia de la Iglesia".

Conclusión

¿Qué queda del catolicismo sobre la Iglesia, la función episcopal, el sacerdocio, la moral sexual, e incluso la naturaleza humana con su finalidad, en estos textos del Camino sinodal alemán? Prácticamente nada.

Todas las desviaciones del mundo moderno en el campo moral –con algunas excepciones– y todo lo concerniente al Sacramento del Orden Sagrado están ahora en pedazos. El modelo del cristiano es la ciencia humana en su aspecto más discutible. Porque no se trata de las llamadas ciencias exactas, sino de teorías éticas imaginadas por pensadores opuestos al catolicismo.

El Camino Sinodal ha abierto el camino que había soñado, el que conduce al cisma.