Los católicos alemanes vislumbran el futuro del Camino Sinodal

Fuente: FSSPX Actualidad

Durante su asamblea general del 23 de mayo de 2022, en Augsburgo, el Foro de Católicos Alemanes, una asociación nacional de católicos que se proclaman fieles a la doctrina de la Iglesia, condenó la arrogancia de la dirección del Camino Sinodal seguido por la Iglesia en Alemania.

La dirección del Camino Sinodal alemán ha rechazado todas las objeciones que le han llegado en los últimos meses de Polonia, de la Conferencia Episcopal de Escandinavia -dos veces- de varios obispos estadounidenses, y finalmente de la carta firmada por 70 obispos de Estados Unidos Unidos, Canadá, Australia, África.

Recientemente, la dirección de la Facultad de Filosofía y Teología "Benedicto XVI", en Heiligenkreuz, acusó al Camino Sinodal de "cuestionar radicalmente la comprensión sacramental del sacerdocio".

El texto continúa declarando que los "terribles abusos de niños y jóvenes... se utilizan como palanca para cambiar o socavar la estructura sacramental básica de la Iglesia y destruir el sacerdocio en su raíz sacramental".

Mientras que monseñor Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, describe la deserción de los católicos de la Iglesia como "un signo que se opone a la resistencia de la Iglesia al cambio", estos católicos ven la realidad exactamente al revés.

El Foro de Católicos Alemanes lanzó la siguiente advertencia:

"No estamos dispuestos a aceptar que los obispos olviden el contenido de su solemne consagración y modifiquen el depósito de nuestra fe, que hemos recibido de la Iglesia, para adaptarla a nuestros tiempos. Apoyamos unánimemente a los obispos que permanecen fieles al juramento que han hecho y que son verdaderos pastores y no mercenarios de la corriente dominante del mundo".

Respecto a los demás objetivos del Camino Sinodal, el texto añade: "en la realización de su propósito y la adopción de nuevos textos falaces durante la próxima Asamblea Plenaria, el Foro de Católicos Alemanes advierte de un peligro real de cisma".

Prueba de ello es que Magnus Striete, profesor de teología fundamental en la facultad católica de teología de la Universidad de Friburgo, y uno de los principales impulsores de la deriva doctrinal de la asamblea sinodal alemana, declaró recientemente:

"Se habla constantemente de un cisma inminente similar al desatado por Martín Lutero en el siglo XVI, pero los críticos no deben preocuparse porque se produzca un cisma: ha existido desde hace mucho tiempo. En muchos círculos católicos, la brecha entre la conciencia de los fieles y el credo vinculante establecido por el Magisterio de la Iglesia es tan pronunciada que no queda nada por reparar".

Por tanto, este elemento tan progresista, declarado partidario del Camino Sinodal, reconoce que la fe o la moral ya no son creídas ni practicadas por "muchos círculos católicos" en Alemania. Saca la conclusión, implícita, de que es el credo el que debe adaptarse, mostrando así que ni siquiera está en cisma, sino en herejía.

El texto del Foro termina con esta conclusión, a la vez terrible y alentadora: "El hecho de que en un futuro próximo muchas estructuras eclesiásticas en nuestro país se derrumben masivamente no será en modo alguno el fin de la Iglesia católica en Alemania; de la crisis surgirá una Iglesia fiel y joven que vivirá la esperanza y la confianza cristianas".

Pero para eso será necesario reconstruir sobre bases sólidas: las de la Tradición de la Iglesia, y no las proporcionadas por el Concilio Vaticano II, que sentó las bases de la crisis actual. Esperemos que estos fieles alemanes, que están animados por una cierta clarividencia, tengan el valor de llegar a la raíz del Camino Sinodal, para apartarse resueltamente de él.