Notre-Dame de París: la reconstrucción se acelera

Fuente: FSSPX Actualidad

Ahora parece muy lejana esa noche desastrosa del 15 de abril de 2019, durante la cual los franceses, estupefactos y abatidos, miraban, impotentes, el incendio que casi destruye por completo Notre-Dame de París para siempre. Porque desde hace unos días, con la llegada de una nueva grúa, los trabajos de reconstrucción se han acelerado y por fin renace la esperanza.

Con vistas a la nave gótica medieval, apareció un monstruo metálico. Trescientas cincuenta toneladas de acero, cien metros de altura...  la grúa encargada de reconstruir la aguja de la catedral más famosa del mundo llegó así a la catedral.

Colocada el 26 de noviembre de 2022 al sur del edificio, esta grúa permitirá también transportar los elementos de andamiaje imprescindibles para la restauración de la mampostería del frontón sur, el brazo sur del crucero y los elementos de madera y de cubierta de la nave, particularmente las "vigas", es decir, los elementos de carpintería que soportarán el peso de la estructura y que pesan varias toneladas.

Desde hace unos días, la enorme máquina levanta incansablemente los bloques de andamios ya montados a los pies de la catedral, para introducirlos en el corazón del edificio, a través del techo aún colapsado. Poco a poco, el andamiaje se eleva y alcanza el nivel de las bóvedas, en la intersección del crucero.

Esta grúa es un buen augurio para el establecimiento público encargado de la conservación y restauración de la catedral, que no oculta su alegría: "Flecha, bóvedas, vigas: ¡la reconstrucción ha iniciado! En el suelo de la intersección del crucero, un andamio de 600 toneladas pronto se elevará a 100 metros de altura permitiendo la reconstrucción de la aguja de Viollet-le-Duc de manera idéntica", explicó emocionado el general Jean-Louis Georgelin.

Después de la restauración de los elementos de madera, que tomará varios meses, una tercera grúa llegará en 2023, para permitir la instalación de la cubierta y de los diversos elementos decorativos que adornarán la futura aguja la cual, según las promesas, será idéntica a la anterior.

Mientras tanto, los parisinos aún pueden admirar en el museo Cité de l'architecture et du patrimoine, ubicado en la plaza del Trocadero, las imponentes estatuas de los apóstoles que decoraban la aguja y que se salvaron del incendio porque habían sido retiradas solo unos días antes del siniestro para ser restauradas.

Un acto providencial, porque estas estatuas representan una restricción adicional que presiona a los arquitectos a reproducir lo más fielmente posible la aguja diseñada por Viollet-le-Duc.

Si las distintas fases de las obras se logran según lo previsto, Notre-Dame de París podría ser, al menos parcialmente, reabierta al culto a finales de 2024.