Nuevas reacciones contra “Fiducia supplicans”

En la nueva ola de protestas, hay que señalar, por un lado, la extensión geográfica del proceso de distanciamiento y la diversidad de los episcopados involucrados, poco conocidos por tomar medidas de este tipo contra un texto procedente de Roma.

Francia

Después de la enérgica reacción de Monseñor Marc Aillet, que argumentó fuertemente y señaló con vigor numerosas insuficiencias y deficiencias en el texto, un grupo de obispos franceses tomó a su vez la pluma para expresar su posición.

Los obispos de las diócesis del oeste de Francia – Quimper, Rennes, Saint-Brieuc, Vannes, Angers, Laval, Le Mans, Luçon y Nantes – firmaron conjuntamente un documento de “reflexiones y orientaciones” sobre Fiducia supplicans, con fecha del 1 de enero de 2024.

Siguiendo paso a paso el texto del DDF, el comentario episcopal habla primero sobre la “caridad pastoral”, luego sobre "la doctrina católica del matrimonio”, finalmente menciona el hecho de “enriquecer el significado de las bendiciones”, el cuarto punto se titula "¿Bendecir a las parejas homosexuales?"

El mismo título muestra la perplejidad de los firmantes. Al final de este párrafo, se proporcionan “orientaciones”. Los obispos, para no contribuir a crear confusión – como pide la Declaración del DDF, concluyen:

"Por eso conviene bendecir espontáneamente, de forma individual, a cada una de las dos personas que forman una pareja, cualquiera que sea su orientación sexual, que piden con humildad la bendición de Dios".

Perú

Una reacción muy vigorosa llega desde Perú, por parte de Monseñor Rafael Alfonso Escudero López-Brea, obispo de la prelatura territorial de Moyobamba. En un mensaje pastoral fechado el 2 de enero de 2024, el obispo constata la “confusión sin precedentes” en la prelatura y en el mundo.

El prelado no duda en escribir que “este documento socava la comunión de la Iglesia, porque tales bendiciones contradicen directa y gravemente la Revelación divina y la doctrina y práctica ininterrumpida de la Iglesia católica”.

El obispo continúa: “Bendecir a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo es un grave abuso del santísimo nombre de Dios, que se invoca para una unión objetivamente pecaminosa de fornicación, adulterio o, peor aún, actividad homosexual. Dios nunca bendice el pecado. Dios no se contradice”.

Monseñor Escudero señala acertadamente: "La Declaración distingue entre bendiciones litúrgicas y pastorales, y permite que las parejas, pero no las uniones, sean bendecidas con 'bendiciones pastorales'. Esta distinción nos deja perplejos y confundidos. (…) Bendecir a una pareja es bendecir la unión que existe entre ellos, no existe una manera lógica y real de separar una cosa de la otra, sino ¿por qué pedirían una bendición juntos y no ambos por separado?"

Por lo tanto, el prelado pide dar bendiciones individuales. Cabe señalar que todos los sacerdotes de la prelatura se unieron a su obispo para apoyarlo en esta acción.