Alemania: la curia romana lanza una seria advertencia a los obispos

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado

Después de varias advertencias hechas por Roma sobre el establecimiento de un Consejo Sinodal -nacional en particular- que incluya obispos y laicos, y que, por lo tanto, tendrían una capacidad de toma de decisiones con el episcopado, la Curia acaba de lanzar una severa advertencia a la Conferencia Episcopal de Alemania (Dbk) contra cualquier intento de continuar en esta dirección.

Breve resumen de la cuestión

En un documento titulado "Fortificación de la Sinodalidad: un Consejo Sinodal para la Iglesia Católica en Alemania", aprobado el 10 de septiembre de 2022 durante la cuarta Asamblea del Camino sinodal (CS), se decidió crear un "Consejo Sinodal".

Este último se describe como un "organismo de consultoría y toma de decisiones" que "delibera sobre los desarrollos esenciales de la iglesia y la sociedad, y toma decisiones de principio, de importancia supra-diocesana, en la planificación pastoral, las cuestiones del futuro y los asuntos presupuestarios de la Iglesia que no se toman a nivel diocesano”.

Tal consejo ya ha sido rechazado varias veces por Roma: por la Curia, durante la visita ad limina de los obispos alemanes en noviembre de 2022. Luego, en una carta de tres cardenales del 16 de enero de 2023, dirigida al episcopado alemán, por el nuncio apostólico en Alemania, con motivo de la reunión del episcopado alemán en Fulda a principios de septiembre de 2023, y por una carta -privada- del propio Francisco, en noviembre pasado.

El organismo responsable de llevar a cabo este consejo es el comité sinodal previsto por los textos del CS para establecer decisiones sinodales. A pesar de algunas vicisitudes vinculadas a la negativa de cuatro obispos a financiarlo, se está creando este comité y sus estatutos se discutirán durante la reunión de primavera de los obispos alemanes, que debe celebrarse del 19 de febrero al 22.

La carta de los cardenales

En una carta dirigida a los obispos alemanes con fecha del 16 de febrero de 2024, los cardenales Pietro Parolin, secretario de Estado, Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos, lanzan una advertencia al episcopado alemán y solicitan que durante esta reunión no se voten los Estatutos del Comité Sinodal.

No deja de ser interesante examinar los considerandos de esta carta. Los cardenales destacan en primer lugar “un diálogo ya iniciado” que continuará en un futuro próximo. Luego señalan que los Estatutos del Comité “prevén como primera tarea el establecimiento de un Consejo Sinodal”.

Sin embargo, "un organismo de este tipo no está previsto en el derecho canónico actual y una decisión de la DBK sobre este tema sería inválida, con las consiguientes consecuencias jurídicas". Además, la DBK no tiene autoridad para aprobar estos Estatutos: “ni puede hacerlo el canon 455 CIC ni el artículo 8 de los estatutos de la DBK proporcionan una base para esto, y la Santa Sede no ha dado ningún mandato, al contrario”.

Finalmente, “dado que la DBK no puede actuar como entidad jurídica en el ámbito secular, como máximo podría asumir esta responsabilidad para el Comité sinodal a través de la Asociación de Diócesis Alemanas (VDD). Sin embargo, no se tomó la decisión necesaria y unánime sobre el Comité sinodal, debido a la negativa de cuatro obispos mencionados anteriormente.

El texto recuerda las discusiones de la visita ad limina y la carta del 16 de enero de 2023 que solicitaba expresamente “no continuar con la creación de dicho consejo”. La aprobación de los Estatutos estaría en contradicción “con las instrucciones” de la Santa Sede. Y para octubre pasado estaba prevista una reunión para “profundizar en las cuestiones eclesiológicas que aborda el Camino Sinodal”.

Los tres cardenales concluyen: “Si bien los Estatutos del comité sinodal fueran adoptados antes de esta reunión, se plantearía la cuestión del significado de esta reunión y, más en general, del proceso de diálogo en curso”, afirma la carta.

Reacciones en Alemania

Por parte de los obispos alemanes, por el momento, no ha habido una respuesta oficial. Sin embargo, la votación sobre los estatutos del comité sinodal fue eliminada del orden del día de la asamblea plenaria de obispos en Augsburgo. Así lo confirmó el sábado por la noche el portavoz de la conferencia episcopal, Matthias Kopp, entrevistado por KNA.

Por parte del Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK), se ha suscitado gran indignación y revuelta. Hay que recordar que el ZdK es parte interesada en el Camino sinodal del que fue impulsor junto con la DBK. Piden a los obispos que continúen el proyecto de reforma del camino sinodal, incluso a pesar de todas las señales de alto enviadas por Roma.

"La Iglesia católica en Alemania no tendrá una segunda oportunidad si interrumpe ahora el camino sinodal", advirtió el domingo la presidenta del ZdK, Irme Stetter-Karp, a quien le molesta que Roma haya pedido a la Conferencia Episcopal de Alemania como por "mensajería urgente" que no votara los Estatutos del Comité Sinodal y esperara primero a los debates en Roma.

Es contradictorio que Roma aliente los procesos sinodales – por ejemplo, a través del Sínodo Mundial – pero luego “detenga” el camino alemán hacia las reformas, añadió el vicepresidente del ZdK, Thomas Soding:

“Supongo que los obispos alemanes respetan sus propias decisiones. Esperamos una decisión rápida, la ratificación de los Estatutos y la continuación constructiva del trabajo en el camino sinodal. En su diálogo con Roma, los obispos alemanes deberán dejar clara la urgencia de continuar el trabajo".

El ZdK destacó que fueron los obispos quienes, en 2019, ante la crisis de confianza en la Iglesia, pidieron a los laicos que iniciaran con ellos el camino sinodal. Además, los obispos aprobaron la creación de un Comité sinodal por la necesaria mayoría de dos tercios.

"Esperamos que Roma no socave la buena colaboración entre los obispos alemanes y la representación de los laicos, sino que la valore y la perciba como un recurso", añadió Stetter-Karp.

El ZdK tiene razón en un punto: la prohibición clara y firme de Roma llega muy tarde. ¿tal vez demasiado tarde? – y el daño será significativo. Detener un tren a alta velocidad provocará su descarrilamiento: ¿con qué consecuencias para la Iglesia alemana?