¿Cómo se llegó a Fiducia Supplicans?
Los cardenales Luis Ladaria Ferrer y Manuel Víctor Fernández
La reciente luz verde de Roma a las bendiciones para las parejas homosexuales ha sumido al mundo católico en la confusión. Pero también en el estupor, ya que dos años antes, el soberano pontífice aprobó un documento oficial que prohibía este tipo de prácticas. ¿Cómo es que Roma cambió tan drásticamente de opinión en tan poco tiempo?
El contraste –por no decir la contradicción– es obvio, a menos que se insista en no ver la realidad. El 15 de marzo de 2021, el cardenal Luis Ladaria Ferrer, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió lo siguiente en un documento oficial de la Santa Sede tras recibir la aprobación formal del romano pontífice:
"No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo".
Dos años más tarde, la Congregación se convirtió en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), liderado actualmente por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prelado progresista y una de las plumas del Papa Francisco. El 18 de diciembre de 2023, el cardenal Fernández publicó un texto opuesto al del 15 de marzo de 2021, en el que autoriza la bendición de las parejas homosexuales. Lo único que tienen en común los dos textos: la aprobación del Papa Francisco.
¿Cómo preparar ambos textos en la perspectiva de Francisco?
¿Cómo se llegó a este punto? ¿Y cómo se puede explicar este radical cambio? Para responder hay que leer entre líneas. Durante la publicación del documento del 18 de diciembre de 2023, que generó consternación en muchos episcopados y confusión en el universo católico, el prefecto del DDF se aseguró de precisar que, para llegar a tal texto, "no faltaron las conversaciones con el Santo Padre". ¿Una forma de resaltar las tensiones y los juegos de poder?
Este texto responde al deseo del actual Papa de “corregir la situación” en relación con el texto de 2021: al constatar el clamor entre los grupos de presión LGBT, el pontífice argentino declaró que efectivamente había “aprobado” dicho texto, pero que no lo había firmado. Fiducia supplicans marcaría así un punto final a la ambigüedad en la que se habría encontrado el Papa Francisco. A riesgo de crear un terremoto.
Otra explicación la ofrece Jean-Marie Guénois en Le Figaro el 19 de diciembre de 2023, quien ve la situación desde “el lado de los jesuitas”. Es bien sabido que la causa homosexual es apoyada en la Iglesia por un jesuita estadounidense, el Padre James Martin, director de la famosa revista America Magazine, quien fue invitado a participar en la sesión de otoño del Sínodo romano del pasado mes de octubre.
Según varios prelados, el Padre Martin, furioso al ver que el Sínodo rechazó su propuesta de autorizar la bendición de las parejas del mismo sexo, habría decidido pasar por la vía jerárquica para lograr la aprobación de este proyecto tan importante para él.
También se podría agregar que el Papa argentino pudo haber querido patear el hormiguero de los conservadores, particularmente los estadounidenses, pues sabe que se oponen a la línea de su pontificado. La pregunta es si realmente la jugada valió la pena.
Porque, con excepción de algunas conferencias episcopales de un Viejo Continente ampliamente secularizado, el Papa Francisco ha logrado crear unidad, pero esta vez contra él: desde África hasta Estados Unidos, de los uniatas a los “ortodoxos”, el "NO", más o menos cortés según el caso, a Fiducia Supplicans se comparte ampliamente, y corre el riesgo de dejar huellas.
Fuente: Le Figaro – FSSPX.Actualités
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