La beatificación de Isabel la Católica tendrá que esperar

Fuente: FSSPX Actualidad

Mientras que la arquidiócesis de Valladolid relanzó el año pasado la causa de beatificación de Isabel la Católica, el Dicasterio para las Causas de los Santos anunció que, en el contexto actual, es “prácticamente imposible” llevar el proceso hasta su finalización.

La monarca española podría ser la última víctima colateral del sangriento conflicto que estalló entre Israel y la organización terrorista islamista Hamás el 7 de octubre de 2023.

Si bien el cardenal Marcello Semeraro –prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos– no había descartado “futuros progresos” en relación con la beatificación de Isabel la Católica, varias fuentes internas del Dicasterio sugieren que esto es "casi imposible a corto plazo".

En Roma, existiría una cierta "molestia" por la estrategia de comunicación desplegada por los partidarios de la beatificación de la monarca española: con motivo del 520 aniversario de su muerte, una numerosa delegación –alrededor de ochenta personas– visitó el Vaticano durante la última semana de febrero de 2024, con el fin de hacer avanzar el caso.

El grupo estaba encabezado por el director de la Comisión para la Beatificación de Isabel la Católica, José Luis Rubio Willen, y por el gran maestre y presidente del Capítulo de Nobles Caballeros y Damas de Isabel la Católica, José María Gómez. Acompañados por el arzobispo de Valladolid – una de las diócesis españolas más prestigiosas – Monseñor Luis Argüello García.

El punto culminante de la peregrinación fue la audiencia del 28 de febrero con el soberano pontífice que recibió de manos del alto prelado español las actas del coloquio sobre el tema Isabel la Católica y la evangelización de América.

La diócesis de Valladolid intentó destacar la dimensión espiritual y social de la difunta reina, así como su papel protagónico en la defensa y protección de los pueblos originarios amerindios tras el descubrimiento del Nuevo Mundo.

No suficiente, según la Santa Sede, para eclipsar el decreto dado por Isabel en 1492, en el que ordenaba abandonar el reino a los judíos que no quisieran convertirse al catolicismo del Estado. Y si a esto le sumamos el contexto de deterioro de las relaciones diplomáticas entre Israel y el Vaticano tras la ofensiva de las FDI en Gaza, imaginamos que la Secretaría de Estado ha hecho todo lo posible para congelar un expediente de beatificación que no puede ser más explosivo.

Una fuente del Dicasterio para las Causas de los Santos lo confirmó a medias: "Si antes del viaje a Roma algunos sospechaban que pocas cosas cambiarían, ahora es una certeza para todos".

Una certeza confirmada por el muy lacónico comunicado de prensa de la diócesis de Valladolid, publicado después de la audiencia del 28 de febrero: "El Soberano Pontífice animó a nuestro obispo a continuar viviendo su ministerio y a seguir los diversos proyectos de su arquidiócesis". Una manera de volver a enterrar el expediente de la beatificación de Isabel la Católica: un expediente que se remonta a 1972.

Cuando murió en 1504, la monarca española legó a sus sucesores un Estado centralizado y unificado. La España conquistadora, cuya expansión fue alentada por Isabel, dejó de ser un país al margen del cristianismo y parecía dispuesta a ocupar una posición de liderazgo en Europa.

Pero su política tuvo que esperar unos años más para dar verdaderamente frutos en la persona del emperador Carlos V y su hijo Felipe II, quienes supieron recabar y explotar todas las posibilidades del legado de Isabel, en los albores del "siglo de oro" de España en el que participó ampliamente.