Mil días después de los atentados, la tensión sigue aumentando en Sri Lanka

Fuente: FSSPX Actualidad

Le cardinal Malcolm Ranjith

Mil días después del sangriento Domingo de Pascua de 2019, las autoridades eclesiásticas organizaron una gran manifestación en Colombo (Sri Lanka) para pedir a las autoridades que esclarecieran todo lo relacionado con los ataques. Un día antes de la manifestación se encontró un artefacto explosivo en una iglesia.

Han pasado más de dos años y medio, que no han sido suficientes para esclarecer la ola de atentados suicidas que ensangrentaron Sri Lanka la mañana del domingo 21 de abril de 2019.

En ese domingo de Pascua, una serie de ocho ataques terroristas islamistas coordinados fueron dirigidos contra tres iglesias y tres hoteles de lujo en Colombo, Negombo y Batticaloa: 258 personas, incluidos 45 niños, murieron, y casi 500 resultaron heridas.

Dos días después, la organización Estado Islámico (IS) reivindicó el ataque, perpetrado por uno de sus afiliados locales: el National Thowheeth Jama'ath.

Un escenario incompleto, según el cardenal Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, quien proclama alto y claro: los ataques podrían haberse evitado; peor aún, los servicios de seguridad se habrían hecho de la vista gorda para consolidar el poder gobernante en aquel entonces, en medio de un período electoral.

Para mantener la presión sobre el ejecutivo, el líder de la Iglesia católica en Sri Lanka decidió organizar una jornada nacional de oración el 14 de enero de 2022, una fecha simbólica que marca el milésimo día desde los ataques de Pascua de 2019.

La jornada comenzó a las 10 de la mañana con una procesión y el rezo del rosario en la basílica de Notre-Dame, en la capital, en presencia de una multitud de sacerdotes, religiosos, laicos -en particular los familiares de las víctimas- que viajaron de toda la isla.

"¡Nadie puede evitar que la verdad salga a la luz!", exclamó el alto prelado esrilanqués, refiriéndose, en términos velados, a un hecho ocurrido el día anterior a la protesta, y que algunos interpretan como un intento de intimidación.

El 12 de enero se encontró un explosivo en la iglesia de Todos los Santos, en Colombo, en el distrito de Borella. La policía entrevistó a cuatro personas, concluyendo que el sacristán de la iglesia había sido el culpable.

Esta explicación no satisface al cardenal Ranjit: "La policía arrestó al hombre que barría el lugar y que se asustó al ver el artefacto; las fuerzas de seguridad están tratando de encubrir la verdad sobre esta historia", advirtió el arzobispo de Colombo, quien tuvo acceso al video de vigilancia de la iglesia en el que se puede ver a otro sospechoso arrojando una bolsa en el santuario.

La policía se negó a ver este material de las cámaras de vigilancia, debilitando un poco más su versión de los hechos, y generando muchas interrogantes.

"Si no dice la verdad, su uniforme no tiene sentido, quítenselo y váyanse a casa", dijo monseñor Ranjith a la policía.

Definitivamente, el ambiente sigue siendo explosivo en la Perla del Océano Índico, donde se está gestando un enfrentamiento sin precedentes entre el poder y la Iglesia.