Nuestra Señora de Walsingham

Fuente: FSSPX Actualidad

Slipper Chapel

El Santuario de Walsingham es uno de los lugares más antiguos dedicados a la Madre de Dios en Inglaterra. Ha experimentado diversas vicisitudes, pero, desde hace un siglo, ha recobrado un hermoso vigor y una gran influencia.

Historia del santuario

Alrededor de 1061, vivía en Walsingham una viuda piadosa, Lady Richeldis, muy devota de la Virgen y que deseaba servirla. En respuesta a su oración, la Virgen le mostró tres veces el lugar de la Anunciación y le ordenó construir una reproducción en su tierra de Walsingham.

Lady Richeldis se apresuró a obedecer sus instrucciones e hizo construir una casa similar a la de su visión. Después de poner los cimientos, los trabajadores experimentaron todos los problemas del mundo para terminarla. Una noche, los ángeles terminaron el trabajo. Fruto de una visión, la nueva Nazaret, el santuario más famoso de Inglaterra antes de la Reforma, se instaló así en un rincón remoto de Norfolk.

Posteriormente, el hijo de la fundadora, Sir Geoffrey de Favarches, antes de partir hacia Jerusalén, donó un terreno para el sostenimiento de la capilla y la fundación de una casa religiosa.

La Nazaret de Inglaterra

Walsingham adquirió rápidamente una gran reputación como un lugar sagrado donde se respondían las oraciones y se curaban las enfermedades. La antigua estatua de madera de la Virgen María con el Niño Jesús acogía a los peregrinos. En 1281, Eduardo I hizo una peregrinación de acción de gracias por un milagro realizado por Nuestra Señora de Walsingham.

Entre 1061 y 1538, cientos de miles de peregrinos de toda Europa acudían a este santuario. El camino a Walsingham estaba bordeado de capillas para los peregrinos. La Vía Láctea fue rebautizada como Vía de Walsingham, señalando a través de los cielos la ruta hacia la Nazaret inglesa, en la Tierra Santa de Walsingham.

La destrucción del santuario

El 18 de septiembre de 1534, los canónigos de Walsingham firmaron el Acta de Supremacía del Rey, y en junio de 1538, Nuestra Señora de Walsingham fue arrastrada a Londres para ser quemada. El 4 de agosto de 1538 se confiscó el Priorato y se demolió la santa casa. Pero eso no impidió que la Virgen continuara concediendo sus favores a sus devotos.

Durante tres siglos, Walsingham durmió. Las sucesivas generaciones tomaron las piedras de la iglesia para construir sus casas. No debería sorprendernos que en un momento de infidelidad la gente actuara de este modo.

“Cuando Inglaterra regrese a Walsingham, la Virgen regresará a Inglaterra”

En la última década del siglo XIX, la señorita Charlotte Boyd, anglicana, instaló a unas hermanas anglicanas en una pequeña capilla del siglo XIV en las afueras de Walsingham. Era la última capilla de la ruta de los peregrinos, conocida como la Slipper Chapel “Capilla de la Zapatilla”.

Miss Boyd decidió comprar la capilla, pero antes de completar la compra, recibió el don de la fe y fue recibida en la Iglesia. Al mismo tiempo, la devoción a Nuestra Señora de Walsingham revivió en la iglesia de Santa María, en King’s Lynn, de la cual dependía la parroquia de Walsingham. En 1897, los fieles, encabezados por dos sacerdotes, realizaron una peregrinación a la Capilla de la Zapatilla, retomando la peregrinación interrumpida desde el siglo XVI. Miss Boyd donó la capilla a los benedictinos de Downside.

El 19 de agosto de 1934, 400 años después de la apostasía nacional, el cardenal Francis Bourne, arzobispo de Westminster, y muchos miembros de la jerarquía de Inglaterra y Gales, encabezaron una gran peregrinación de reparación que reunió a más de 12,000 peregrinos en Walsingham, en el restaurado santuario de la Slipper Chapel.

El 2 de julio de 1950 se inauguró en Walsingham una iglesia temporal en honor de la Anunciación para los peregrinos, hasta el día en que las numerosas peregrinaciones de reparación consigan que Inglaterra haga una restitución reconstruyendo a Nuestra Señora su Santa Casa.

Quizá el día más grandioso jamás presenciado en Walsingham fue la fiesta de la Asunción en 1954, cuando el delegado apostólico, en nombre del Santo Padre, según las palabras de monseñor Parker, “devolvió sobre la cabeza de nuestra Virgen Nacional la corona que Enrique VIII le había arrebatado”. Esta magnífica ceremonia del año mariano fue aclamada por más de 15,000 peregrinos de pie entre las ruinas del antiguo Priorato.

Estatua de Nuestra Señora de Walsingham, venerada en la Capilla de la Zapatilla