Tierra Santa: la Iglesia advierte sobre el plan de paz de Trump y Netanyahu

Fuente: FSSPX Actualidad

El proyecto del plan de paz israelí-palestino anunciado en enero de 2020, no ofrece ninguna solución, según afirman los obispos católicos de Tierra Santa, quienes protestaron contra una iniciativa "unilateral", que podría causar un "baño de sangre" en la región.

"Este plan no aporta ninguna solución, por el contrario, constituye una fuente de tensiones que seguramente conducirán a más violencia y derramamiento de sangre", declaró en un comunicado de prensa del 29 de enero de 2020, la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, un organismo que representa a los católicos del rito latino, melquita, maronita, sirio, armenio, y a las iglesias caldeas adscritas a Roma.

Los prelados consideran que el proyecto estadounidense "debe considerarse como una iniciativa unilateral, porque (integra) casi todos los requisitos de Israel, y no toma realmente en consideración las demandas justas del pueblo palestino".

Este proyecto, presentado el 28 de enero de 2020 por el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, consiste en una "solución de dos Estados" de un tipo particular. Jerusalén sería la capital consagrada del Estado judío, los palestinos tendrían que contentarse con una "Jerusalén oriental" relegada al exterior de los límites de la ciudad, en las aldeas ubicadas al este de la "valla de separación" erigida desde 2002.

Según este proyecto, Israel también conservaría aproximadamente un tercio de Cisjordania, incluidos los asentamientos existentes y el Valle del Jordán. Se establecería una moratoria de cuatro años para los asentamientos establecidos en el futuro territorio palestino. A cambio de su acuerdo, la Autoridad Palestina recibiría una ayuda de 50 mil millones de dólares. Sin embargo, esta última rechazó el proyecto por considerarlo como una capitulación indigna.

El arzobispo Fredrik Hansen, encargado de los asuntos de la Misión Permanente de Observación de la Santa Sede, declaró el 22 de enero de 2020 al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, estar a favor de "mantener el statu quo de los lugares sagrados en Jerusalén", propugnando para que Israel y Palestina tracen las futuras fronteras del Estado de Israel, "con el apoyo de la comunidad internacional y de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas".