¿Cuál es la postura de la Fraternidad sobre las TRA y la gestación subrogada?

Fuente: FSSPX Actualidad

Recientemente, el Comité Consultivo Nacional de Ética expresó su opinión favorable en Francia respecto a la inseminación artificial para las "parejas femeninas" o para las mujeres solteras. Es por eso que en este artículo FSSPX.Actualidad analizará las conclusiones de esta decisión y las posturas oficiales de la Iglesia en Francia.

En su Opinión 126 sobre las "peticiones societarias para la procreación médica asistida", el Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE) analizó tres cuestiones distintas:

  1. la autoconservación de gametos de la mujer joven y, por lo tanto, todavía fértil
  2. inseminación artificial por donante, para "parejas femeninas" o mujeres solteras;
  3. gestación subrogada.

La primera cuestión recibió en su mayoría opiniones negativas, ya que el CCNE basó su evaluación en "los riesgos clínicos y médicos implicados, así como en los riesgos de la presión social y profesional ejercida por la familia o empleados."

Sin embargo, en la segunda, la CCNE abrió la caja de Pandora. Basándose en la "autonomía de la mujer", su "relación con los niños en las nuevas estructuras familiares" - en otras palabras, relaciones homosexuales - y la necesidad femenina de "reconocimiento" - un concepto completamente vago - el CCNE abrió claramente la puerta para la inseminación artificial en el caso de las mujeres solteras o las "parejas femeninas". De este modo, la opinión del Concilio estipula que "puede considerarse dar acceso a la TRA - Tecnología de Reproducción Asistida - a personas que no sufran de esterilidad patológica, para mitigar el sufrimiento ocasionado por la infertilidad debido a las orientaciones personales. Este sufrimiento debe ser tomado en cuenta."

Pero esta apertura a la inseminación artificial no fue unánime en la CCNE: la discusión de las consecuencias para los niños, el riesgo del aumento de la comercialización y las condiciones de "factibilidad" llevaron a una "minoría de los miembros del CCNE  a proponer que se mantuviera el status quo." De hecho, once miembros del Comité se declararon en contra de facilitar el uso de la inseminación artificial.

La tercera cuestión se refiere a la llamada petición "societaria" para la gestación subrogada: por el momento, la gestación subrogada sobrepasa por mucho la evolución de las mentalidades de hoy, y como es preferible, desde un punto de vista táctico, que las parejas homosexuales empiecen con la inseminación artificial, esta cuestión fue dejada de lado por el CCNE, que busca  brindar tranquilidad, y asegura que permanece - al menos por el momento - "adherido a los principios que justifican la prohibición de la gestación subrogada, y desea reforzar los medios para su prohibición tanto a nivel nacional como internacional, dado que no existe la gestación subrogada 'ética'."

Para justificar las diferencias dentro de la CCNE, uno de sus miembros, el filósofo Frédéric Worms, quien también es uno de los co-reporteros del texto, declaró que "eliminar la figura paterna es uno de los principales obstáculos para nosotros." Todos los niños, afirmó, tienen "el derecho a saber de dónde vienen." Es increíble que haya llamado "un obstáculo" a una de las constantes invariables y fundamentales de la naturaleza humana.

Monseñor Ribadeau-Dumas, portavoz de la Conferencia Episcopal de Francia, reaccionó en Twitter, lamentándose: "Los diques van cediendo al peso uno tras otro. Es predecible. ¿Qué sociedad queremos ofecer a las futuras generaciones?" En ese mismo espíritu, Manif Pour Tous (Manifestación Para Todos) recordó que "privar a un niño de su padre es una injusticia." Pero las asociaciones LGBT aplaudieron abiertamente lo que consideran un paso hacia adelante y "una señal fuerte y clara."

En este contexto, Monseñor Pierre d'Ornellas, arzobispo de Rennes, Dol y Saint-Malo, y quien está a cargo de la reflexión sobre bioética en la Conferencia Episcopal de Francia, reaccionó en una plataforma pública publicada por el diario Le Monde. Sin hacer mención de la doctrina de la Iglesia sobre esta cuestión, el arzobispo hizo una "llamada de atención", considerando urgente "tranquilizar a Francia", y finalizó diciendo: "Hay que tomarnos un tiempo para la reflexión y la discusión."

¿Acaso la Conferencia Episcopal de Francia dijo algo más al respecto? En un comunicado de prensa publicado luego de la Opinión del CCNE, el episcopado "se preocupa" o se "pregunta". No hay nada claro ni definido en ninguno de los dos casos.

La postura de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X es la misma claramente mantenida por la Iglesia católica cuando ésta se niega categóricamente a cualquier técnica artificial para la procreación asistida médicamente

La Iglesia no tiene la intención de sustituir el "derecho natural de los hijos", quienes son el fruto del acto procreativo de sus padres en la unión conyugal, y quienes son creados a imagen y semejanza de Dios por "el derecho a tener un hijo" pues el ser humano no puede exigir un hijo, quienes tampoco son una posesión ni una "problemática societal".

Si la Iglesia declara ciertas tecnologías biológicas como la TRA o la IA, o la gestación subrogada como moralmente ilícitas, no es porque tenga una pasión morbida por prohibir cosas, sino porque no desea fallar en su deber de dar voz a los que no la tienen: los no nacidos. Y porque su misión es evangelizar a la sociedad al recordarles sin cesar los derechos de Dios.