El mes del móvil

Fuente: FSSPX Actualidad

Los móviles se están volviendo cada vez más esenciales hoy en día. Para todas las necesidades, incluso las más graves, qué sencillo y práctico es tomarlo en nuestras manos para tener acceso a contactos útiles.

El móvil es un extraordinario medio de comunicación, usable todo el tiempo, en casi todas partes. Es por eso que lo llevamos con nosotros a donde vamos. Cabe fácilmente en el bolsillo o bolso. Además, debe estar siempre al alcance de nuestra mano, porque solemos necesitarlo con frecuencia.

Cuando salimos de casa para ir a trabajar o ir de compras, nos aseguramos de no olvidarlo; al contrario, nos gusta sentir su presencia. Adquirimos el reflejo de no poder prescindir de él, de tomarlo a menudo en nuestras manos. Es muy fácil de usar, tanto para jóvenes como para mayores. Nadie puede decir: no es para mí, o es demasiado complicado.

Para confiar nuestras preocupaciones, resolver una dificultad, consolar a un amigo a distancia, basta una llamada rápida. Una llamada que podemos repetir, varias veces al día, 3, 10, 150 veces… Estamos seguros de que nuestro interlocutor escuchará nuestro mensaje y nos atenderá sin demora. ¿Hay alguna otra cosa que ofrezca más beneficios?

Es gratis usar el móvil y además muy fácil (aunque hay que admitir que a veces requiere un esfuerzo). ¡No se necesita pagar una suscripción, y no necesita recargarse! Lo ideal es alrededor de una hora al día (tres veces 20 minutos).

Sin embargo, la experiencia demuestra cuán flexible es el sistema y cómo se adapta a todos. Una vez que lo hemos probado, generalmente aumentamos el consumo. Lo que importa sobre todo es ceñirnos a lo que nos hemos propuesto, día tras día, y adoptar buenos hábitos para que el uso del móvil se convierta en un logro del que no retrocedamos jamás.

El móvil no molesta a los demás, no vuelve antisociales a las personas. Es cierto que molesta a los egoístas y orgullosos que siempre creen que se las arreglarán solos. Los que ya lo conocen, por el contrario, notan que muchas veces transmite y recibe mejor cuando se unen varios. De hecho, el móvil une a las personas. Incluso permite llevar a cabo grandes empresas, verdaderas cruzadas, sin tener que salir de casa: ¡no es necesario ir al fin del mundo!

Sin duda se necesita fe y la esperanza de ser escuchados. También requiere perseverancia en la fatiga, el cansancio, las comunicaciones aparentemente unidireccionales. No se puede conseguir algo a cambio de nada. Pero es muy fácil sacar el móvil del bolsillo y usarlo cada vez que se necesite. O simplemente porque amamos al interlocutor y queremos pasar un tiempo con Él, con Ella.

En este mes del móvil, sepamos cómo invertir o reinvertir en él. Que ya no sea solo móvil, sino que lo llevemos asiduamente.

Lo ideal sería lograr que sea él quien nos lleve a nosotros... una especie de conexión permanente, para no pasar todo el tiempo usando el móvil, sino que el resto del tiempo lo pasemos como es debido, para que esas conversaciones a distancia sean cada vez más dulces, humildes y santas, preludios de eternas conversaciones cara a cara.

Allá donde no hay necesidad de móvil.  

Padre Hervé Gresland

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