La praxis revolucionaria en acción con “Fiducia supplicans”

Fuente: FSSPX Actualidad

La praxis según la imagen dada por Francisco

“El cristianismo es una praxis: este parece ser el criterio sintético para evaluar lo que sucedió con y después de Fiducia supplicans". Así lo dice Stefano Fontana en La Nuova Bussola Quotidiana del 12 de febrero de 2024.

En su opinión, el documento romano permitió "hacer” algo, es decir, bendecir a las parejas del mismo sexo. Por tanto, su objetivo era la praxis. No quiso, ni remotamente, justificar doctrinalmente la bendición, a lo sumo se refirió a motivaciones pastorales, que siempre atañen también a la praxis. Las indicaciones sobre qué hacer y cómo hacerlo son, por tanto, centrales y más importantes que las indicaciones sobre por qué hacerlo".

El intelectual italiano precisa: estas indicaciones “se dieron por etapas, a medida que se formulaban críticas, centrándose nuevamente en lo que estaba sucediendo, es decir, en la implementación de la praxis.

“La precisión sobre la duración de 10 segundos del nuevo tipo de bendición, luego la aclaración de que los individuos deben ser bendecidos incluso si vienen en pareja, las divergencias de estas precisiones con el texto de la declaración, etc.…, todo esto indica un ajuste progresivo a medida que la praxis lo requiere, y con el objetivo de llegar a toda costa al fin buscado por esta praxis, es decir, a lo que se otorga efectivamente a estas bendiciones".

Respecto a la oposición de las conferencias episcopales africanas, Stefano Fontana añade: “La respuesta a los episcopados africanos implica también la misma casuística. Francisco dijo que les concedería una exención porque su cultura considera la homosexualidad como un mal. No les dio aclaraciones teológicas ni doctrinales, sino que se refirió a su praxis como incapaz de aceptar la nueva praxis solicitada por Fiducia supplicans.

"Demos una dispensa a esta praxis y, mientras tanto, dejemos que surja otra. Corresponderá entonces a la historia (de ambas praxis) decidir cuál es mejor. Las cuestiones se resuelven no en la doctrina sino en la praxis".

¿Cuál es el fin oculto de esta praxis querida por sí misma, sin referencia a la doctrina? Stefano Fontana responde: "Las consecuencias de Fiducia suplicans son muchas y variadas. Una de ellas, sin embargo, estaba ciertamente en las intenciones de quienes querían esta nueva praxis, es decir, que se extendiera y se iniciara un proceso después de arrojar la piedra al estanque, imagen frecuentemente utilizada por Francisco".

Y precisa: "Son praxis, que, por el solo hecho de tener lugar, van ampliando poco a poco las ondas provocadas por la piedra en el estanque. Y este era precisamente el objetivo de la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe".

Porque a los ojos de las actuales autoridades romanas, "la mejor manera de estimular la investigación teológica es precisamente confrontarla con nuevas actitudes, nuevas praxis, que a su vez producirán otras praxis en ondas concéntricas hasta que este movilismo produzca cambios en la teología, que siempre será antigua e inadecuada en relación con la nueva praxis que habrá surgido entretanto".

La praxis es una política de hechos consumados

Este deseo de lograr a toda costa esta praxis no doctrinal obligó al Papa Francisco y al cardenal Fernández a contradecir los principios de la sinodalidad que, sin embargo, dicen promover. En La Croix del 27 de febrero, el teólogo Jean-François Chiron lo reconoce sin rodeos:

“Las circunstancias de la publicación de Fiducia supplicans no respetaron lo básico del enfoque sinodal: ni siquiera hubo una consulta al Dicasterio romano en cuestión, ni a los demás Dicasterios de la Curia... Sin duda se querían evitar las filtraciones, inevitables en un tema tan delicado. Pero esta preocupación no es suficiente para justificar tal proceso. ¿Cómo se puede explicar lo sucedido?"

Y plantea una hipótesis más que probable: “Roma quería presentar un hecho consumado. Porque era previsible que un debate habría impedido la evolución deseada por el Papa sobre esta cuestión. La controversia sobre la ordenación de hombres casados ​​durante el Sínodo sobre la Amazonía puede haber sentado un precedente.

“La oposición categórica de unos pocos prohibió cualquier consenso y, por tanto, cualquier evolución. Si bien les gusta recordar el dicho “solos avanzamos más rápido, pero juntos llegamos más lejos”, deben reconocer que estar juntos puede impedir el avance…” – En resumen, el fin justifica los medios, y la praxis prescinde de la sinodalidad cuando esta última se vuelve engorrosa.