¿Un cónclave hecho a medida para el sucesor de Francisco? (1)

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Gianfranco Ghirlanda recibiendo la birreta cardenalicia el 27 de agosto de 2022

El 4 de noviembre de 2023, el sitio web The Pillar anunció que se está realizando actualmente un estudio sobre una reforma del cónclave. La información fue también transmitida por Il Sismografo y por Aldo Maria Valli, pero fue inmediatamente desmentida por la sala de prensa del Vaticano y por el cardenal Gianfranco Ghirlanda s.j., canonista del Papa Francisco. ¿Qué sucede exactamente? ¿Y cuáles serían los riesgos de tal reforma si se lleva a cabo?

Un cónclave para asegurar la sucesión

El mismo día, 4 de noviembre, la siempre bien informada periodista Diane Montagna de The Remnant, afirmó también que Francisco está examinando actualmente, con el cardenal Ghirlanda, un documento para reformar el cónclave.

Esta reforma excluiría de la fase preparatoria a los cardenales mayores de 80 años, modificaría la forma de las congregaciones generales y revolucionaría las normas relativas a la elección del Papa, con la introducción de laicos, religiosos y religiosas en el colegio electoral, hasta en un 25% de los votos.

Según Aldo Maria Valli, "la idea sería que los cardenales electores, seleccionados en su mayoría por el Papa Francisco, dispongan del 75% de los votos, mientras que el 25% restante se asignaría a laicos y religiosos, nombrados por el Papa antes de que la sede apostólica quede vacante. El documento que se está examinando excluiría de las congregaciones generales, previo al inicio de la elección papal, a todos los cardenales sin derecho a voto, es decir, aquellos que hayan cumplido 80 años".

El periodista italiano comenta: "No debemos olvidar que, en opinión de muchos, el nuevo Papa se elige precisamente en las congregaciones generales, porque es en esta fase preparatoria cuando se discuten los problemas de la Iglesia y las cualidades que deben caracterizar al candidato adecuado".

Aldo Maria Valli señala la posible creación de "pequeños grupos de trabajo con un responsable encargado de orientar los debates, como ocurrió durante la asamblea sinodal del pasado mes de octubre", así como la ampliación del voto al 25% de los laicos, incluidas las mujeres, designados por Francisco, – lo que en la práctica permitiría la participación en el cónclave, como vimos durante el último Sínodo, de la religiosa pro-LGBTQ+ Jeannine Gramick o del activista antiglobalización Luca Casarini.

Este deseo de “sinodalizar” el cónclave recuerda a ciertos observadores romanos la redistribución electoral en la que se involucran ciertos políticos antes de una ronda de elecciones que temen perder.

En 1811, el gobernador de Massachusetts, Estados Unidos, Elbridge Gerry, se hizo famoso por esta táctica, hasta el punto de darle su nombre. En efecto, el gerrymandering se refiere a una operación de “optimización electoral".

El cardinal desmiente… o miente

El domingo 5 de noviembre, la sala de prensa del Vaticano desmintió esta información, y al día siguiente, fue el turno del propio cardenal Ghirlanda, quien, contactado por correo electrónico por LifeSiteNews, respondió: “antes de su correo electrónico, no tenía ninguna información sobre la reforma del cónclave que mencionan”.

Y calificó de “absolutamente falsa” la información que circula en internet. En una declaración hecha a Catholic News Agency, dijo: “No sé nada sobre esto y cualquier implicación por mi parte es una completa mentira”.

¿Es el cardenal Ghirlanda tan ignorante o inocente como dice ser? Su papel desempeñado en el pasado cerca de Francisco lo señala como el hombre idóneo para tal reforma. En efecto, tuvo un papel clave en la redacción de Prædicate Evangelium, el documento que reformó la Curia romana.

También es el creador de diversas ideas controvertidas, como la declaración de 2022 según la cual “el poder de gobierno en la Iglesia no proviene del sacramento del orden, sino de la misión canónica”. Es difícil verlo como alguien completamente inocente. Además, el mismo Papa expresó recientemente la posibilidad de una reforma del cónclave.