Alemania: el arzobispo Kohlgraf teme una falta de flexibilidad por parte de Roma

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Peter Kohlgraf, obispo de Maguncia

El obispo de Maguncia, Monseñor Peter Kohlgraf, comparó la situación actual de la Iglesia en Alemania con la de los Países Bajos después del Concilio Vaticano II. De 1966 a 1970, se celebró en los Países Bajos un “consejo” pastoral sobre temas similares a los discutidos en el Camino Sinodal alemán.

Monseñor Kohlgraf explicó que en los Países Bajos “el foco principal era la relación de la Iglesia con el mundo moderno, la democracia en la Iglesia, la moral sexual y el celibato”, en una declaración a KNA. "Fue entonces cuando se elaboró el Catecismo holandés, que intentó desarrollar la doctrina de la Iglesia a partir de las experiencias de las personas. Sin embargo, Roma interrumpió este proceso".

Ya en un artículo de 2019, Ludwig Ring-Eifel, entonces redactor jefe de KNA, explicaba que tras el consejo pastoral había comenzado en los Países Bajos “una fase caótica”: “Muchos sacerdotes se casaron, algunos continuaron dirigiendo comunidades y servicios religiosos con o sin permiso del obispo, y las comunidades se dividieron. Comenzó un éxodo de fieles, que se aceleró tras la visita del Papa Juan Pablo II a los Países Bajos en 1985”.

“El número de católicos disminuyó en los 50 años posteriores al consejo pastoral. Pasó del 40% al 24% de la población”, subraya Ring-Eifel. "Las cifras relativas a la práctica dominical y a las vocaciones sacerdotales son aún más dramáticas: solo el 1% de los católicos asisten a misa dominical. La presencia visible de la Iglesia católica sigue disminuyendo".

Sin embargo, explica el periodista, "todavía se debate si el consejo pastoral […] aceleró o causó este rápido descenso. Lo único seguro es que no lo detuvo".

En lo que se equivoca: la culpa recae primero en el Concilio y su espíritu, por un lado, luego en los obispos holandeses que lanzaron esta locura del “concilio pastoral”, y finalmente en Roma, que debería haber detenido todo desde la orientación de aquello que no era ni un concilio ni un sínodo en el sentido canónico, sino una asamblea sin legitimidad. La culpa es principalmente de los responsables.

¿Falta de comunicación?

Para Monseñor Kohlgraf, en cualquier caso, se produjo en aquel momento “un desastre de comunicación”, y por eso cree que es comprensible que el Vaticano se encontrara en una “situación de alerta” en relación con el Camino Sinodal.

"Son las mismas cuestiones y la misma situación" que en los Países Bajos, explica. “Confío en las conversaciones entre los obispos alemanes y Roma, para que podamos experimentar otra forma de comunicación e intervención por parte de Roma. Esto influirá en si más personas en Alemania se desilusionan o no de la Iglesia".

Pero debemos recordar que Monseñor Kohlgraf formó parte de la mayoría que aprobó los textos más revolucionarios del Camino Sinodal; que aprobó “rituales” para la bendición de las parejas homosexuales en febrero de 2021; y que es un firme partidario de la creación del Comité sinodal que conducirá a la formación del Consejo sinodal permanente, que Roma no quiere.

Si la desilusión estallara en Alemania -y seguramente sucederá- será responsabilidad primero de quienes iniciaron el Camino Sinodal, luego de los obispos que lo apoyaron contra viento y marea, y finalmente de Roma, que tardó demasiado en intervenir y acaba de ceder en la creación del Comité sinodal. La responsabilidad de la tormenta es de quienes sembraron el viento...