El cardenal Parolin desea renovar el acuerdo China-Vaticano

Fuente: FSSPX Actualidad

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, confirmó a LifeSiteNews que la Santa Sede tiene la intención de renovar su acuerdo secreto con la China comunista. La renovación debería tener lugar en otoño, como ha ocurrido anteriormente.

En respuesta a una pregunta de LifeSiteNews sobre este tema, el cardenal secretario de Estado afirmó precisamente: "Respecto a su pregunta sobre el acuerdo de la Santa Sede con China, esperamos renovarlo". Y añadió: “Estamos en conversaciones sobre este punto con nuestros interlocutores chinos”.

Este acuerdo secreto reconocería a la Iglesia aprobada por el Estado en China, o Iglesia Patriótica, y permitiría al Partido Comunista Chino (PCCh) nombrar obispos. El Papa conserva el derecho de veto, aunque, en la práctica, es el PCCh quien tiene el control, como ya se ha visto en tres ocasiones.

En julio de 2023, el cardenal Parolin defendió el carácter secreto del acuerdo, afirmando que “el texto es confidencial porque aún no ha sido aprobado definitivamente”. El acuerdo, que “gira en torno al principio fundamental de buscar el consenso en las decisiones que afectan a los obispos”, se logra “confiando en la sabiduría y la buena voluntad de todos”, afirmó.

Un acuerdo sumamente criticado fuera de los muros leoninos

Uno de los críticos más acérrimos del acuerdo secreto es el cardenal Joseph Zen, quien lo calificó de “traición increíble” y acusó además al Vaticano de “vender” a los católicos chinos. Llegó incluso a pedir la dimisión del Secretario de Estado del Vaticano, destacando su “abandono total” de la Iglesia china en manos de las autoridades comunistas.

Antes de la primera renovación del acuerdo en 2020, el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, afirmó que "el Vaticano estaba poniendo en riesgo su autoridad moral si renovaba el acuerdo". Añadiendo en un artículo que “está claro que el acuerdo China-Vaticano no protege a los católicos de los ataques del Partido”.

Esto fue corroborado por la Comisión Ejecutiva del Congreso de Estados Unidos sobre China, que ha documentado el aumento de la persecución de los católicos chinos en los últimos seis años como consecuencia directa del acuerdo. Su informe de 2020 señala que la persecución observada es “de una intensidad no vista desde la Revolución Cultural”.

Varios especialistas chinos han dicho lo mismo. Por ejemplo, Steven Moser, experto en esta cuestión, explicó a LifeSiteNews, a principios de abril, que “todos los obispos que se niegan a unirse a la Asociación Patriótica Católica China son puestos bajo arresto domiciliario o desaparecen”.

Una voz disonante en el Vaticano

Monseñor Paul Gallagher ocupa el cargo de Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado. Este último declaró en 2023 que el acuerdo “no era el mejor posible” debido a “la otra parte”.

El mes pasado, Monseñor Gallagher lo llamó “una forma útil para que la Santa Sede y las autoridades chinas aborden la cuestión de los nombramientos de obispos”, aunque admitió cautelosamente sus limitaciones. Señaló la total falta de “voluntad o apertura” de la parte china para hacer avanzar el acuerdo.

Finalmente, el Padre Gianni Criveller, director de AsiaNews desde septiembre de 2023, sinólogo, historiador y teólogo, que vivió y enseñó en el mundo chino durante 27 años – y a quien nunca le ha gustado el acuerdo – afirmó en un artículo del 12 de febrero: "según lo que sabemos, 2024 debería ser un año decisivo para el diálogo entre China y la Santa Sede: el acuerdo de 2018, renovado dos veces, deberá ser ratificado o abandonado definitivamente”. ¿Qué pasará al final? ¿Y qué más esconde el acuerdo secreto?