Iglesia sinodal y masonería: el método Fiducia supplicans

Fuente: FSSPX Actualidad

Arriba, de izquierda a derecha: Monseñor Antonio Staglianò, el Cardenal Francesco Coccopalmerio, Monseñor Mario Delpini
Abajo: Stefano Bisi, Fabio Venzi, Luciano Romoli

El 16 de febrero de 2024, tuvo lugar en Milán un encuentro entre altos dignatarios católicos y masones. De un lado, los tres Grandes Maestres de tres logias italianas y, del otro, el arzobispo de Milán, Mario Delpini, el cardenal Francesco Coccopalmerio, el teólogo franciscano, Zbigniew Suchecki, y el obispo, Antonio Stagliano, presidente de la Academia Pontificia de Teología.

Los tres masones fueron Stefano Bisi del Gran Oriente de Italia (GOI), Luciano Romoli de la Gran Logia de Italia de ALAM (GLDI) y Fabio Venzi (por videoconferencia desde Roma) de la Gran Logia Regular de Italia (GLRI).

Según informó Riccardo Cascioli en La Nuova Bussola Quotidiana del 19 de febrero, "Bisi [GOI] expresó su decepción por el hecho de que el Papa Francisco hubiera abierto la puerta a los homosexuales [Fiducia supplicans], así como a los divorciados vueltos a casar [Amoris laetitia] pero se haya olvidado que entre los masones también hay muchos católicos a los que se les impide recibir la comunión".

En otras palabras, comenta La Nuova Bussola, “¿es posible que el '¿quién soy yo para juzgar?' [dixit Francisco sobre el tema de los homosexuales] y que el “Todos, todos” [todos sin distinción deben ser bienvenidos en la Iglesia] no se aplica a los masones?"

A esta expectativa masónica, Monseñor Staglianò respondió "demoliendo el enfoque doctrinal católico y alineándose sustancialmente con las exigencias de los representantes masones". – Un detalle que no pasó desapercibido para los observadores: el prelado guardó su cruz pectoral en el bolsillo interior de su chaqueta. Ciertamente para no dar la impresión de que estaba haciendo proselitismo.

Riccardo Cascioli escribe: "Staglianò elimina la carga doctrinal: la doctrina, dice en resumen, no agota la pertenencia a la Iglesia, esta es, en efecto, ante todo, vida. […] Y explica: “Lo que interesa es el acontecimiento cristiano, no la doctrina”. ¿Y cómo podemos definir este acontecimiento cristiano? Como la manifestación en Jesucristo de “Dios que es amor, solo y siempre amor”. […]

“Por tanto, está claro que esta es también la manera de superar la irreconciliabilidad con la masonería. Y también se está preparando una teología ad hoc. En efecto, Staglianò también criticó el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que, en noviembre pasado, reiteró la prohibición a los católicos de ingresar a las logias masónicas, con el pretexto de que es reduccionista y se mantiene en el plan de la confrontación doctrinal.

“Pero necesitamos otras categorías, 'necesitamos una teología sapiencial sana', la que el Papa Francisco pidió recientemente desarrollar a la Academia Pontificia de Teología, dirigida por Staglianò".

Una teología adaptada al mundo cuyo espíritu adopta

El periodista italiano se pregunta qué significa esta “teología sapiencial sana”, y responde citando a Francisco: “El Papa lo dijo: 'Una teología capaz de pensar críticamente todo, de responder también a las instancias críticas de la razón universal, porque vivimos en un mundo donde si no dialogas, corres el riesgo de quedar absolutamente fuera del mundo.

“Sapiencial significa que sabe unir la ciencia y la sabiduría de la vida”. ¿No está claro? No importa, lo que hay que entender es que, en definitiva, sobre la base de la “sabiduría de la vida” es posible colaborar con los masones, en buenas obras y para el bien común. De todos modos, la misericordia llueve sobre todos".

En La Nuova Bussola Quotidiana del 27 de febrero, Riccardo Cascioli vuelve a la carga: “La táctica es siempre la misma: las palabras dicen que la doctrina no cambia, pero entonces sucede la vida, que es siempre más importante que la doctrina. Este es exactamente el significado del discurso de Staglianò en Milán.

“Así, encontramos por un lado la afirmación de la profunda diferencia entre el Dios cristiano y la concepción masónica del Gran Arquitecto, pero, por otro lado, la superación del obstáculo doctrinal con el concepto de amor y misericordia, que lo abarca todo".

El periodista italiano añade: "desde un punto de vista lógico, el discurso de Bisi [GOI] es muy claro: si todos somos pecadores y todos deben ser acogidos en la Iglesia con todos los derechos, ¿por qué las parejas irregulares obtienen un "sí" y los masones un “no”? Como ocurre con las uniones homosexuales, siempre se puede decir que no es la masonería la que es bendecida, sino los masones de forma individual.

"En efecto, Staglianò no defiende esta discriminación, sino que prepara el terreno para superarla. Particularmente en su invocación final de una “sana teología sapiencial” que va más allá del enfoque doctrinal que todavía impregna el último documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicado el pasado mes de noviembre".

Finalmente, Riccardo Cascioli observa: “se repite el patrón ya conocido: la ideología de género es condenada, pero los grupos organizados de homosexuales y transexuales se sienten como en casa en el Vaticano [ver las audiencias concedidas por Francisco a estos grupos durante el último sínodo]; se rechaza el diaconado de las mujeres, pero se crean comisiones para estudiarlo y no se toman medidas en los países europeos donde las mujeres son prácticamente “párrocos”; se afirma la importancia de mantener el celibato de los sacerdotes, pero luego se llega al acuerdo de discutirlo. Y así sucesivamente".