La Iglesia al cuidado de los niños víctimas de la guerra

Fuente: FSSPX Actualidad

Wafaa, una pequeña niña siria de 9 años, con su madre.

Gracias a los esfuerzos diplomáticos llevados a cabo en el Medio Oriente por la Santa Sede, el hospital pediátrico administrado por el Vaticano - el famoso Bambino Gesù - se dedica a ayudar a los niños, los cuales son las primeras víctimas inocentes de la guerra en Siria.

El hospital pediátrico Bambino Gesù fue fundado por la familia de los Duques Salviati en 1869, y fue asignado a la Santa Sede durante el pontificado de Pío XI en 1924.

Posteriormente, se convirtió en una clínica pediátrica multidisciplinaria, y desde 1985 es uno de los tres centros de atención médica pediátrica, oficialmente reconocidos por el Ministerio de Salud en Italia.

Actualmente, trabajan en el hospital alrededor de 2,200 personas y 4,000 niños y adolescentes son recibidos cada año. El lugar cuenta con 800 camas distribuidas en tres sitios: Roma, Palidoro y Santa Marinella, en los alrededores de la capital italiana.

La acción benéfica para la infancia de este ilustre establecimiento no se limita únicamente a Italia: mientras que en Siria la guerra civil ha destruido la mitad de sus estructuras para la atención médica, el hospital romano ha desarrollado una cooperativa para la capacitación del personal médico del hospital universitario pediátrico de Damasco, la cual se extiende también a los hospitales públicos de Latakia y Alepo.

Además, un acuerdo aprobado por el Alto Comisionado para los Refugiados (HCR) autorizó enviar una misión de ayuda a un campo de refugiados en Jordania, gracias a la cual un gran número de niños que padecen de insuficiencia cardíaca fueron rescatados: "no sólo nos dedicamos a las cirugías cardíacas, sino también a otras especialidades pediátricas, como la ortopedia y la cirugía general, y actualmente estamos empezando a tratar los traumatismos post-bombardeos en estos niños," explicó uno de los doctores de la misión del Niño Jesús, el doctor Fiore Lorio.

Los niños que presentan los traumatismos más importantes son transferidos a la sede en Roma: es así como Wafaa, una pequeña niña siria de 9 años de edad, quien sufre de quemaduras graves a causa de un bombardeo en Alepo, está siendo apoyada por el hospital Bambino Gesù, mientras que los hospitales locales le habían dado pocas esperanzas. Podríamos multiplicar los ejemplos en los que la Iglesia se mantiene a la vanguardia del cuidado de los niños en peligro.