Un obispo estadounidense marcado por la celebración de la Misa Tradicional

Fuente: FSSPX Actualidad

Mgr Joseph Strickland

Monseñor Joseph Strickland ha sido obispo de la diócesis de Tyler, Texas, desde 2012. Es considerado un obispo "conservador". Ordenado sacerdote en 1985, celebró la Misa Tridentina por primera vez en la fiesta de Corpus Christi, el 11 de junio de 2020. Este hecho lo conmovió profundamente.

En una entrevista del 16 de julio de 2020 concedida al National Catholic Register, Monseñor Strickland relata cómo y por qué llegó a celebrar el rito tradicional.

Nacido en 1958, no conoció el rito antiguo cuando era niño. Al menos, no lo recuerda con claridad. Al ingresar al seminario en 1977, solo conoció el Novus Ordo durante su formación y sus primeros años de sacerdocio. "Fue hasta el Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI que realmente comencé a experimentar el deseo de conocer el latín y la liturgia tradicional".

Las razones de su interés por el rito tradicional

Monseñor Strickland se sentía intrigado por la adhesión al rito tridentino de sacerdotes, seminaristas y familias jóvenes. Su predecesor había aceptado las prescripciones del motu proprio de Benedicto XVI. Monseñor Strickland añade: "Comprendí cada vez más que la misa en latín, y el atractivo que ejerce sobre la gente, no es algo negativo ni anticuado que deba permanecer enterrado".

Posteriormente, investigó, a través de diversos libros, sobre esta liturgia de la que no sabía nada. Monseñor Tyler admite que estas lecturas, asociadas a un culto a la Sagrada Eucaristía que le atraía cada vez más, fueron decisivas. "Orar delante de Cristo en el Santísimo Sacramento fue lo que me atrajo a este rito. (...) Descubrí cuánto se centra este rito en Él".

Esta atracción lo impulsó a convertir el año 2020 en un "Año de la Eucaristía" para su diócesis. Durante este período, promovió especialmente las procesiones por el día de Corpus Christi. "Quería hacer algo para honrar a Jesucristo. No podía dejar de pensar en tratar de aprender la misa tradicional en latín para celebrarla en la fiesta de Corpus Christi".

Por consiguiente, aprendió de uno de sus sacerdotes a celebrar la misa según el rito tridentino. Aunque admite que tuvo algunas dificultades con el latín, dice: "Al principio se necesita concentración y esfuerzo, pero hay muchas gracias involucradas. Definitivamente vale la pena aprenderlo". Y agrega: "Esta liturgia está enteramente consagrada a Él, a la adoración de Dios. Es el Hijo de Dios que desciende del cielo".

Monseñor Strickland continúa: "Debo confesar que apenas pude pronunciar las palabras de la consagración. Estaba demasiado conmovido y profundamente impresionado por estas palabras. Gracias a Dios, solo tenemos que susurrarlas en este rito, porque no estoy seguro de poder haberlas dicho de otra forma, por la impresión tan profunda que sentía. Es indescriptible, verdaderamente indescriptible".

El prelado finaliza su entrevista con estas palabras: "Después de lo que experimenté, como obispo, no puedo evitar animar a todos a encontrar a Jesús en la maravilla, en la belleza del rito extraordinario de la Misa".

Cabe señalar, sin embargo, que Monseñor Tyler también anima a aquellos que asisten a la misa tradicional a asistir a la nueva misa "para dar testimonio de la reverencia a la liturgia y a Nuestro Señor en la Eucaristía".

Cabe esperar que un contacto más frecuente con la misa tradicional, y una información más detallada, le permitan comprender cuán alejado está el nuevo rito de la verdadera liturgia.

Su testimonio, sin embargo, es muy valioso para mostrar la fuerza de la Tradición, transmitida incomparablemente en la liturgia de la misa que fue elaborada durante los primeros siglos de la Iglesia y codificada por el Papa San Pío V.