Un duro golpe para Notre-Dame de París

La noticia de la muerte accidental, a causa de una caída de montaña, el 18 de agosto de 2023, del general Jean-Louis Georgelin, el hombre elegido por el presidente de la república para encabezar las obras de reconstrucción de Notre-Dame, retumbó como un trueno en un cielo de verano agobiado por la canícula. 

Porque la pérdida del exjefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas significa un duro golpe para la obra de reconstrucción: cada jueves, Jean-Louis Georgelin, que dirigía un equipo de cuarenta personas, se reunía a almorzar con Philippe Villeneuve, el arquitecto jefe, y Philippe Jost, director general adjunto del establecimiento público, para revisar los avances en el Palacio del Elíseo, donde Georgelin tenía su propio despacho, en la antigua capilla del "Château".

"Liderar la restauración de Notre-Dame requiere habilidades excepcionales y la capacidad de llevar a cabo misiones complejas. En primer lugar, dirigir el establecimiento público creado a tal efecto. (…) Planificar rigurosamente las obras y gestionar su financiación: los 840 millones de euros en donaciones. (…) Pero, sobre todo, garantizar la unidad de visión y de mando", explicó a La Croix, Jérémie Patrier-Leitus, diputado de Calvados y exdirector del establecimiento público responsable de la reconstrucción de Notre-Dame.

Quince meses antes de la reapertura, ¿qué queda por hacer? Durante septiembre se espera la llegada de los armazones de la nave y del coro que proporcionarán al edificio su altura de cumbrera.

Una vez terminada la estructura de madera, será el turno de la cubierta de plomo de la aguja prevista para el día de Todos los Santos, un trabajo que resulta delicado: "No se puede construir un andamio en el exterior, debe apoyarse en el suelo del crucero. El general comprendió la situación y logró implementar esta compleja metodología técnica", explicó el arquitecto jefe de los Monumentos de Francia a Parisian.

Por su parte, se ha iniciado la restauración del interior de la catedral, con nuevo mobiliario litúrgico, cuya apariencia ha desencadenado, entre estetas y expertos, una polémica de la que ya se ha hecho eco nuestro sitio.

Una pregunta sigue en boca de todos: para lograr todos los objetivos a su debido tiempo, ¿el presidente nombrará un sucesor del general Georgelin? Según Jérémie Patrier-Leitus, parece "incongruente nombrar a otra persona (ajena al equipo existente) un año antes de la reapertura de Notre-Dame".

Según el diputado, el brazo derecho del fallecido militar, Philippe Jost, tiene el material y las competencias para convertirse en el director general ejecutivo del establecimiento público, junto con la ministra de cultura, Rima Abdul Malak, quien ejerce la supervisión del establecimiento público y sigue día a día las obras, con el asesor cultural del presidente, Philippe Bélaval, expresidente del Centro de Monumentos Nacionales".

"Los plazos se cumplirán", aseguró Philippe Villeneuve, y añadió: "El general y yo estábamos completamente preparados para respetar el calendario. Queríamos hacerlo, era una cuestión de honor".